Por Gerardo Reynoso
En Quintana Roo trabajan por lo menos cinco plataformas digitales de alojamiento que generan anualmente más 10 millones de pesos libres de impuestos y sin ningún tipo de restricción.
Se trata de la ya conocida Airbnb, la más grande también a nivel nacional y que cubre 20 de las principales ciudades del país; en la lista se encuentra de igual manera Booking, empresa en crecimiento principalmente en el Caribe mexicano.
Asimismo operan en la entidad Housetripo, HomeAway y Kid and Co, las cuales han sabido aprovechar el consumo que se ha destapado por medio de las nuevas generaciones y a través de las redes sociales.
Todo lo anterior se desprende del estudio de “Impacto de alojamiento con Fines Turísticos” de la Universidad Anáhuac en colaboración con la Asociación de Hoteles y Cadenas Hoteleras de México.
El documento hace hincapié en que son múltiples los jugadores involucrados en el negocio del alojamiento de propiedades vacacionales, en especial las que operan a través de plataformas digitales inmersas en el fenómeno de la economía colaborativa.
La de mayor impacto en México es Airbnb, con más de 6 millones de opciones de alojamiento en 190 países hasta 2018.
El análisis evidencia lo que ha provocado el avance de la innovación, el efecto de las prácticas online y la mencionada economía colaborativa. Pero también, lo que ha modificado en materia de rentabilidad para los pequeños y medianos propietarios, así como a la industria hotelera.
Es así que nichos como la propiedad vacacional, all inclusive, hoteles de negocios y ecoturísticos viven una profunda transformación orientada a la reducción de los costos de transacción, al eliminar intermediarios en ventas.
“Los nuevos sistemas de distribución para alojamiento y la economía colaborativa piden a las plataformas de alojamiento de corto plazo conectar pares, no intermediarios, maximizar el uso del capital, redistribuir la oferta y usar capacidades ociosas”, detalla el estudio.
Esta percepción ha generado que el año pasado, el número de unidades completas activas ofertadas al mes en México creciera 45.7%, al pasar de 47 mil 859 a 69 mil 333 unidades en ese lapso.
Este volumen de propiedades en entidades como Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa y Yucatán generó ventas estimadas en 20 mil millones de pesos al cierre del año pasado.
Dicho ritmo se acentúa en algunos destinos como Cancún, en donde existían dos mil 687 unidades vacacionales disponibles administradas a través de plataformas, o bien que 7.1% del total de turistas que salen de ese aeropuerto se alojó en rentas vacacionales.
En este entorno, el negocio hotelero en México es el número 7 en el Top 10 mundial con una ocupación promedio de 56.7% de acuerdo con Datatur.
Estos factores han exigido el uso de tecnología para facilitar conexiones y nuevas maneras de comercializar.
Así, según el estudio esta práctica aprovecha el flujo de datos, avances tecnológicos e infraestructura de Internet para reducir los costos de transacción y movilizar la capacidad ociosa.