Por Yolanda Gutiérrez
A lo largo de la temporada alta la erosión en las playas de la Zona Hotelera ha sido prácticamente nula e incluso se detectó que la mayor parte de los balnearios públicos recuperaron tramos de arena; ni siquiera en Gaviota Azul se formaron durante el mes de agosto los elevados escalones de arena que suelen aparecer desde hace varios años por las mismas fechas.
Por irónico que parezca y, según guardavidas del Grupo de Rescate Acuático, contribuyó a la falta de erosión el sargazo que durante toda la temporada alta invadió las costas y que actualmente remitió, hasta el punto que apenas se aprecian macroalgas en los arenales.
“Este año ha habido menos erosión que en otros anteriores, cuando en el mes de agosto se formaban en Gaviota Azul unos escalones de arena de más de dos metros, los hoteles y los clubes de playa tenían que excavar accesos para que la gente pudiera bajar hasta el mar, si no era imposible, había que saltar y exponerse a sufrir un accidente, pero ahora no sucedió”, agregó uno de los guardavidas entrevistado.
Agregó que también influyó el buen clima que prevaleció durante toda la temporada alta, “casi no hubo días con oleaje importante, en realidad los guardavidas no tuvimos tanto trabajo como otros veranos, que no nos dábamos abasto con las atenciones, ahora fueron muchas menos y por fortuna terminamos con saldo blanco”.
Y a la par que desaparece el sargazo o, al menos, su presencia es mínima en algunas playas altas, también desaparecen los turistas de los principales balnearios públicos de la Zona Hotelera, hasta el punto que los visitantes que deseaban tomarse una foto en el parador de Delfines con las letras CANCUN de fondo, no tuvieron que esperar su turno más de un par de minutos, cuando en temporada el mínimo de espera podía alcanzar la media hora bajo los tórridos rayos del sol.
Tras llevar a cabo un recorrido por algunos de los balnearios más populares se pudo constatar que eran pocos los visitantes nacionales y extranjeros, así como residentes locales, que disfrutaban de las playas del destino, pese al excelente clima y en intenso calor, que invitaba a un chapuzón en las aguas del Caribe.
Según prestadores de servicios, será hasta mediados de noviembre cuando se observe una mayor afluencia de turismo extranjero, especialmente estadounidenses y canadienses, que huyen del frío que para esas fechas azota sus países de origen.
A pesar de que brilló un sol esplendoroso, fueron pocas las parejas, grupos y familias que se bronceaban cerca de la playa, mientras que algunos bañistas retozaban a escasos metros de la orilla.
Y quienes manejan negocios de wave runners en Gaviota Azul expresaron que la demanda no repuntó durante la temporada alta todo lo que les hubiese gustado a causa del sargazo y ahora que las macroalgas desaparecieron la situación empeoró porque es muy poco el turismo que llega a Cancún.
En el mismo tenor se pronunciaron arrendadores de sombrillas y meseros de este balneario, quienes lamentaron la escasa actividad; uno de ellos, sentado junto a otros compañeros en el pasillo de acceso a Gaviota Azul, mencionó que desde antes de finalizar la temporada de verano la demanda decayó de manera importante y aunque el fin de semana largo representó un respiro, no lo fue tanto como les hubiese gustado, por lo que solo les queda esperar a mediados de noviembre y confiar en que la naturaleza sea benévola con el destino y no nos envíe un huracán en lo que resta de temporada.