Por Yolanda Gutiérrez
Contrario a otras vialidades importantes, en la avenida López Portillo, una de las más concurridas de la ciudad, no se aplica la velocidad de sincronía sino que, por el contrario, cuando se abre un semáforo en el siguiente se prende la luz roja, lo que se traduce en un mayor gasto de combustible.
Y es que mientras en algunas avenidas, como la Andrés Quintana Roo, los semáforos están sincronizados de tal modo que cuando los vehículos llevan una velocidad constante pueden avanzar sin detenerse a lo largo de toda la vialidad, en la López Portillo sucede todo lo contrario, cuando se trata de una de las arterias más concurridas por la que circulan numerosas rutas de transporte urbano, vehículos de carga de todos los tamaños, taxis y un incontable número de automóviles particulares.
“Aquí sí están los semáforos sincronizados… pero para que cuando se abra uno se cierre el siguiente”, expresó con sarcasmo Agustín Llorente, quien esperaba con paciencia el cambio de luces.
Los conductores consideran que es realmente molesto no poder circular sobre la López Portillo sin verse obligado a detenerse en cada semáforo porque, aunque se pase uno con la luz verde, invariablemente el siguiente siempre estará en rojo.
Del mismo modo, el taxista Gustavo Chi se definió por la sincronización de los semáforos de la López Portillo, al manifestar que se pierde mucho tiempo de espera con el cambio de luces.
“Es que no puede ser que cada dos cuadras haya un semáforo de cuatro tiempos, es decir que haya que esperar hasta que pasen los vehículos que vienen por las demás calles, no puede ser que prácticamente en todos los semáforos esté permitido doblar y retornar, eso quita mucho tiempo y mientras tanto se consume más gasolina; también da mucho coraje los domingos, porque casi no hay carros y de todos modos tienes que esperar a que cambien las luces”.
En este sentido, expresó que cuando un vehículo está parado con el motor encendido gasta combustible extra, que no se desperdiciaría si hubiera una buena sincronización.
También manifestó que los días de labor hay mucho tráfico en la avenida, especialmente a las horas pico y es un caos, “apenas se avanza, llegas al semáforo y se cierra, esperas, se abre, llegas al siguiente y ya está cerrado, creo que no se cumplió el objetivo de hacer el tráfico más liviano, además supuestamente se hicieron cuatro carriles pero en la práctica sólo se pueden usar tres porque en el cuarto siempre hay carros estacionados, hasta en lugares prohibidos, sin que los elementos de Tránsito parezcan darse por enterados”.