De la Redacción
En silencio, la Fiscalía General del Estado acató la orden de un juez, que liberó a un criminal antes de cumplir su sentencia.
Se trata de Bruce Beresford-Redman, quien abandonó el Cereso de Cancún desde el mes de junio de este año y ahora se encuentra ya en los Estados Unidos.
Las malas prácticas de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, a cargo de Francisco Alor Quezada, permitieron que el productor televisivo fuera condenado sólo a 12 años de prisión por el homicidio de su esposa Mónica Burgos, cometido en el hotel “Moon Palace”, en abril del 2010.
En Cancún estuvo sólo siete años detenido y su defensa consiguió que el juez tomara en cuenta los dos años que permaneció en una prisión de Los Angeles, en Estados Unidos, sumando nueve años de prisión y perdonándole, por buena conducta, los tres años restantes; además de haber pagado poco más de 40 mil pesos por la reparación del daño.
El caso que involucró al productor de MTV, Bruce Beresford-Redman, puso a Cancún en la mira internacional en el año 2010.
En abril de ese año, el estadounidense viajó con su esposa Mónica Burgos, y sus dos hijos, para disfrutar de unas vacaciones en el hotel “Moon Palace”.
Después, Beresford reportó la desaparición de su esposa, quien posteriormente fue encontrada en una cisterna del hotel, descubriéndose en la necropsia que había sido asesinada.
Bruce se convirtió en el principal sospechoso y fue interrogado, retirándole su pasaporte, y para sorpresa de todos, viajó a Estados Unidos sin ningún problema.
Así empezaron las fallas en el proceso de la investigación de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a cargo de Francisco Alor Quezada.
La presión de la familia de Mónica Burgos permitió que Bruce fuera detenido en Los Angeles en noviembre del 2010, y posteriormente extraditado a México dos años después, ingresando así al Cereso de Cancún el 9 de febrero del 2012.
Empezó entonces el proceso penal, después de que fuera declarado formalmente preso, y así quedaron al descubierto las malas prácticas de la PGJE.
La más relevante fue la desaparición de las pruebas y evidencias que habían sido recolectadas, tanto del lugar como del cadáver de Mónica Burgos, las cuales estaban en manos de la Dirección de Servicios Periciales, a cargo en ese entonces de Fernando Ventura Nah.
Todos los tropiezos por parte del fiscal permitieron que la defensa del estadounidense utilizara las fallas de la autoridad ministerial para lograr obtener, al final, una condena mínima, aun cuando se trataba de un delito grave, como homicidio calificado.
Bruce quedó encarcelado en Cancún y las conocidas fallas en el sistema penitenciario permitieron que, incluso, grabara documentales estando en prisión, los cuales fueron transmitidos en canales de televisión en Estados Unidos.
La defensa del productor nunca se detuvo y fue este año cuando consiguió que el juez tomara en cuenta los dos años que permaneció detenido en Estados Unidos, y la buena conducta que registró en cautiverio, para poder obtener la libertad anticipada.
Después de que pagara poco más de 40 mil pesos como reparación del daño, Bruce Beresford-Redman obtuvo su libertad el pasado 20 de junio de este año.
Al salir de prisión fue puesto a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM) y posteriormente, a principios del mes de julio, pudo regresar a su país, sin deberle nada a la justicia mexicana, pues cumplió con parte de la condena y se vio beneficiado por el sistema judicial.
En tanto, la Fiscalía General del Estado no tuvo más remedio que acatar en silencio la decisión del juez, pues nada puede hacer de manera legal contra la determinación tomada por el juez, que le otorgó la libertad al hombre que hace nueve años asesinó a su esposa cuando vacacionaban con sus hijos.