Por Lusio Kauil
JOSÉ MARÍA MORELOS, 11 de enero.- En el poblado de Saczuquil ya viven muchos repobladores, pero la gran mayoría no quiere colaborar para limpiar las áreas públicas de la comunidad, ni siquiera para chapear el derecho de vía del camino que va de esa localidad a La Candelaria.
Modesto Collí, vecino de esa comunidad, comentó ayer que en Saczuquil existen alrededor de 90 repobladores, o sea, gente que ha llegado los últimos años a vivir en ese lugar.
Pero esos nuevos avecindados, que no son ejidatarios, refirió, como que no les gusta colaborar en las fajinas que se realizan en la comunidad para mantener los espacios públicos limpios.
Recordó que recientemente se les pidió que apoyen en la limpieza de ambas orillas del camino que va de la comunidad hasta La Candelaria, donde pasan todos los días, pero no colaboraron, al menos no todos colaboraron y por eso el chapeo no se terminó.
Según don Modesto, si hubieran colaborado todos los pobladores del lugar y los nuevos avecindados, se hubiera terminado el chapeo del camino, incluso se hubiera limpiado hasta el camino que va de Saczuquil a Corral, Yucatán, expresó.
Comentó que a mucha gente no le gusta apoyar en la limpieza de áreas públicas de la comunidad ni del camino, muy a pesar de que por ahí pasan todos los días.
Expuso, anteriormente en las fajinas que se hacían en el poblado colaboraban todos, hijos de ejidatarios, ejidatarios y avecindados, y las tareas se hacían sin problemas, pero ahora ha cambiado todo, reconoció.
En el ejido de Saczuquil la gente se dedica a la agricultura y a la ganadería. En ese lugar los productores tienen un área de mecanizados de unas 120 hectáreas, pero en la actualidad se trabaja una mínima superficie, pues la mayoría del mecanizado se encuentra abandonado.
Un productor del lugar que se identificó solamente como Ricardo dijo que los productores del ejido no tienen apoyos para trabajar las tierras mecanizadas desde hace ya varios años.
Manifestó que los gobiernos actuales ya no programan –y menos realizan– apoyos para el campo, porque ya no lo ven como necesario, aunque cuando están en campaña prometen de todo.