Por Ovidio López
ISLA MUJERES, 11 de enero.- A ocho meses de retirarse en la ruta de carga a Punta Sam el consorcio Marinsa, no da muestras para reactivar el servicio con sus dos embarcaciones que se encuentran en este momento en el muelle de la terminal insular. Nadie da la cara.
A principio de junio se retiró abruptamente esa ruta por problemas financieros, luego de reunión de socios, donde se dio a conocer la situación económica y la necesidad de tomar esa decisión de manera temporal, con la promesa de retornar a fines del 2019. No sucedió nada de eso.
Todo esto, cuando está por cumplir un año de retirarse, a su vez, en la ruta de pasajeros de Puerto Juárez-Isla Mujeres; el 18 de enero del 2019 dejó el servicio Marinsa luego de operar 13 meses. Ofreció retornar al servicio en “poco tiempo”, tampoco hay informe al respecto.
Oscar Amable, uno de los directivos de Marinsa que logró el control total de la Marítima Isla Mujeres, evade a los medios. Las pocas veces que aparece en el muelle donde están las embarcaciones “Sergio Gracia Aguilar” e “Isla Blanca”, no informa a nadie sobre el ofrecimiento de retornar a la ruta.
De acuerdo a datos extraoficiales ante las dependencias federales, no hay nada que indique el retorno a Punta Sam para este mismo invierno, al igual que el caso de Puerto Juárez. La situación favorece obviamente a la monopólica Ultramar que ya controló todas las terminales de comunicaciones con Isla Mujeres y Cozumel, que moviliza en conjunto 10 millones de pasajeros en promedio.
En cambio, Naveganto ya opera con el primer bote de 200 pasajeros desde diciembre pasado, ahora se alista otro para reforzar el servicio opcional desde la terminal de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) de Puerto Juárez, aunque por el momento no hay fecha para que eso suceda.
Esta compañía tiene cada vez más usuarios y muchos de ellos residentes que están exhortando a sus vecinos a sumarse y subir al barco, a fin de prevenir su quiebra, y con ello evitar que Ultramar continúe con su pretensión de hegemonía total para hacer lo que venga en gana en contra de la gente.