Por Olivia Vázquez
Mientras el micro y pequeño negocio en Cancún comienza a sentir el duro golpe de la cuesta de enero, por la carga impositiva que se debe atender, además de los derechos e impuestos que se generan al arranque de año, como pagos de licencias de funcionamiento, prediales, pago de basura, servicios generales y ahora hasta el emplacamiento; la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) lanzó algunas recomendaciones para aquellos que tendrán que recurrir a préstamos y casas de empeño para hacer frente a gastos inesperados.
Y es que en este primer mes del año, es el micro y pequeño comercio el que por lo general enfrenta dificultades para hacer frente a los gastos que se determinan a fin de continuar la operación de un negocio.
Algunos empresarios, de estos ramos, dijeron que si bien la mayoría hace ahorros importantes en la recta final del año, los incrementos y sorpresas que luego se encuentran en enero pueden desestabilizar el presupuesto y esto obliga a muchos que quieren conservarse en la formalidad, a acudir a préstamos o nuevas líneas de crédito, lo que es un riesgo para el propio negocio, pues no se tiene la seguridad de que se podrá estar saliendo del nuevo endeudamiento.
De acuerdo a datos de la Confederación de Cámaras Empresariales, más del 10% del micro y pequeño comercio se ve obligado a acudir a préstamos para salir del compromiso inicial de año, lo que lleva a muchos a las casas de empeño, al igual que a muchas familias que excedieron el gasto el fin de año.
En ello, la Condusef pide al usuario que se vea en la necesidad de acudir a una casa de empeño, primero entender que un préstamos prendario es el que se financia a cambio de dejar una “prenda” como garantía.
En ello recomienda que antes de acudir a la casa de empeño, se debe tener claro la cantidad de dinero que se necesita y el tiempo que tomará pagar el bien que se pretende dejar como garantía.
Antes de acudir a estas casas de empeño verifica que se trata de una institución seria, evalúa y compara el valor de la prenda, pues pueden existir diferencias significativas entre las instituciones. Compara el costo anual total (CAT) y revisa si incluye o no el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y que las tarifas de la casa de empeño estén exhibidas en pesos mexicanos.
En las recomendaciones, también subraya como importante leer completamente el contrato y no quedarse sin dudas, como es importante sabe a cuántos referendos o renovaciones de contrato se tiene derecho y cuánto tiempo extienden emplazo para recuperar la prenda en caso de que no se pueda cumplir con el pago. En caso de incumplimiento finalmente pide al usuario acudir a la Profeco.