De la Redacción
Mientras en entidades como Yucatán y Campeche, así como muchas otras del Pacífico, de manera constante y permanente cada temporada de veda de diferentes productos y especies, el sector pesquero recibe apoyos del gobierno o son incluidos en otras actividades para recibir recursos y con ello, solventar los días que no podrán laborar, en Quintana Roo no existe ese beneficio bien establecido debido a la falta de organización y la proliferación de decenas de furtivos que no tienen ningún tipo de registro y operan indebidamente.
Miembros de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de Producción Pesquera del Estado de Quintana Roo dieron a conocer que parte de ese desorden es que la delegación de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) no cuenta con suficientes inspectores para cubrir todo el litoral que les compete.
“Este es un problema de muchos años y en la actualidad está peor porque el gobierno federal ha recortado presupuestos para el sector y tampoco se ha nombrado oficialmente al representante de dicha dependencia en Quintana Roo”, explicaron.
Dijeron que a diferencia de otras entidades como Yucatán y Campeche, así como de otras regiones del Pacífico, lo que hace falta en Quintana Roo es organización entre el sector pesquero porque “cada uno jala por su lado, hay muchos furtivos que operan al margen de la ley y no hay quien ponga orden”.
Recordaron que por ejemplo, a partir de las 00:00 horas del 1 de febrero hasta las 24:00 horas del 31 de marzo, en toda la Península de Yucatán entra en vigor la veda del mero y mientras en Yucatán y Campeche los pescadores ya se organizaron con las autoridades locales y federales para poder recibir recursos o inscribirse en programas para tener apoyos, “aquí ni siquiera nos pelan, nos dicen que mientras no nos organicemos, no habrá esos beneficios”.
Y es que, además para el gobierno federal, Quintana Roo no representa mayores ingresos en materia pesquera en comparación con Yucatán, pero a pesar de ello “también se requiere de apoyo, pero mientras no haya un orden, se cree un padrón y las autoridades locales nos tomen en cuenta, la federación seguirá ignorando las súplicas de los pescadores”.
Cabe decir que este problema lo resienten mayormente los pescadores independientes e incluso los mismos cooperativados, quienes señalan que cuando hay apoyo “los primeros beneficiados son los dueños de las lanchas, pero no los que trabajamos realmente”.