Por Víctor Rodríguez
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 17 de enero.- “No podemos crecer tan aceleradamente sin compensar la depredación, que implica quitar selva y tener menos puntos de recepción de agua, porque de lo contrario en ocho años como estimación tendremos problemas de abastecimiento de agua dulce, además de su grave contaminación”, precisó Ángel Iván Romero Martínez de la Alianza del Acuífero Ancestral, tras su participación en la mesa de trabajo ciudadana hacia la Ley General de Aguas, que entrará a discusión y aprobación el próximo mes en el Congreso de la Unión.
El entrevistado apuntó que la Organización de las Naciones Unidos (ONU) con sus Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), que cuenta con 17 puntos ligados a la agenda 2030, afirma que para ese año todos tenemos que estabilizar al planeta o de lo contrario van a suceder más y peores catástrofes como los incendios de Brasil, Australia, África, esto tiene que ver con la repercusión del calentamiento global aunque se negaban a reconocerlo.
Sin embargo, en la realidad, en muchas circunstancias locales se puede ver que ese deterioro va más acelerado que las expectativas del 2030, estando a inicios de este 2020 nuestras biorregiones podrían tener tres o hasta ocho años de vida, dependiendo de subsanar lo hecho a la naturaleza lo que se le ha quitado para dar paso al crecimiento urbano, desarrollo de fraccionamientos y moles de concreto.
En ese mismo sentido, apuntó que la nueva Ley General del Agua para México, como ciudadanos se paran a defender a Quintana Roo, a la Península de Yucatán, porque de las seis propuestas de dicha legislación, próxima a discutirse, no se reconoce a la zona como especial, de un sistema cárstico único y que no puede ser legislado bajo mismos principios de otras biorregiones.
Sostuvo que la estructura de nuestro suelo no es la misma que las alturas de las montañas y muchos otros elementos donde las descargas se pueden filtrar antes de llegar a agua dulce en el subsuelo, ahí sí logran contener de alguna forma los microorganismos bacteriológicos que pueden hacer daño en el uso continuo humano, en tanto en la Península el vertimiento es directo.
Para finalizar reconoció que ya hay niveles de contaminación en nuestro estado, en la laguna y que igual pasa en los cenotes y la zona costera de Playa del Carmen, Tulum, Cancún y demás. “La contaminación del subsuelo ha existido a lo largo de décadas, se incrementa conforme llega más gente, poblamos más y crea desbalance, de modo que no podemos crecer tan aceleradamente sin compensar la depredación, que implica quitar selva y tener menos puntos de recepción de agua, ya que el acuífero se alimenta a través de las lluvias”, concluyó.
Angel Iván Romero Martínez, representando a la Alianza del Acuífero Ancestral que surge a través del Decálogo Territorio Sensible al Agua, donde se firmaron acuerdos e1 11 noviembre de 2019 en la ciudad de Chetumal entre los gobiernos de los tres niveles, la sociedad civil, académicos, ciencia, la Red Mexicana de Cuencas.
El Decálogo se inicio como una acción ciudadana, donde se hizo monitoreo, se verificó a través de la ciencia, de la academia, cuál era la situación real de la laguna que no se ven pero que definen el sistema cárstico, que es la bioregión en donde estamos todos, que tiene implicación más allá de Bacalar, es decir, Yucatán, Quintana Roo, Campeche e incluso viaja hacía Guatemala, cruzando por Belice, las aguas no entienden de territorios, fluyen y es parte de un ciclo de la vida.
Los acuerdos establecen que a través del monitoreo es darse cuenta que es un territorio muy sensible, esencial y único, que se comporta totalmente diferente a otros territorios y aguas del resto del país porque al ser tan frágil todo lo que se viene haciendo en la región inconcientemente con el uso o mal uso del aprovechamiento de los recursos es lo que nos ha afectado para que la laguna ya presente niveles de contaminación, que por igual pasa en los cenotes en la zona y la zona costera de Playa del Carmen, Tulum, Cancún y demás.
La contaminación del subsuelo ha existido a lo largo de décadas, que se incrementa conforme llega más gente, poblamos más y se desbanlancea un poco la simbiosis por la naturales, no podemos crecer tan aceleradamente sin compensar la depredación, que implica quitar selva y tener menos puntos de recepción de agua, ya que el acuífero se alimenta a través de las lluvias
Entonces si quitamos selva y hacemos más superficies de concreto o asfalto, menos absorción tiene esa zona y por sentido común empieza a deshidratarse o a bajar sus niveles de agua dulce subterráneo, a parte si se extra porque se requiere más agua por la llegada de más miles a habitar, tarde que temprano se va reducir sino se deja recuperarse hasta secarse y lo único que saldrá será agua salada.
La Organización de las Naciones Unidos (ONU) con su Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), que cuenta con 17 puntos ligados a la agenda 2030, que para ese año tenemos todos que sí o sí estabilizar el planeta o de lo contrario van a seguir sucediendo catástrofes como los incendios de Brasil, Australia, África y esto tiene que ver con la repercusión con el calentamiento global porque los que se negaban a reconocerlo se dan cuenta que es real.
Sin embargo, en la realidad, en muchas circunstancias locales se puede ver que ese deterioro va más acelerado que las expectativas del 2030 de la el ODS, estando a inicios de este 2020 nuestras bioregiones podrían tener 3 o hasta 8 años de vida, dependiendo de subsanar, regresarle a la naturaleza con la que se tiene una gran deuda y compensar todo lo que se ha tenido que quitar para poder vivir, sino lo hacemos entre más gente traigamos al destino, más sigamos implementando el modelo económico que se enfoca al crecimiento urbano en desarrollo de fraccionamientos, nosotros mismos nos arrastramos a una situación crítica.
La nueva Ley General del Agua, como ciudadanos nos hemos sumado, cuando empiezas a conocer la información de todo nos damos cuenta que la situación es crítica, las propuestas de la nueva Ley que en total son seis, una es propuesta ciudadana, todas demás viene del sector privado, otras por Conagua, el senado, los diputados federales, para que al final la federación integre todas en una sola propuesta
Al revisar las propuestas no se reconoce a la Península como una zona especial, de un sistema cárstico único y que no puede ser legislado bajo principio de otras bioregiones porque la estructura del suelo, la altura de las montañas y muchos otros elementos ahí si aplica para filtrar las descargas y aquí directo al subsuelo, al agua dulce, en otros lugares va pasar montañas, subniveles o capas que no existen aquí que eso va permitir una forma de contener los microorganismos bacteriológicos que nos pueden hacer daño en el uso continuo humano