Ayer se conmemoró el Día del Mariachi, declarado así por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura debido a que es una música tradicional y un elemento fundamental de la cultura del pueblo mexicano y que se volvió Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En Carmen, el señor Candelario Ovando Ruiz lleva más de 40 años ejerciendo la profesión y relató a POR ESTO! cómo ha sido su trayectoria a lo largo de los años.
“Yo empecé a los 13 años de edad, en Villahermosa, mientras hacía otras cosas, mi tío trabajaba con ellos y ahí empecé, jugando con los instrumentos, hasta que me invitaron a salir a trabajar, a salir con ellos, aunque no sabía mucho. Primero aprendí la vihuela y luego la guitarra, lo que me llevó como dos años profesionalizarme”, declaró.
Dijo que a partir de los 15 o 16 años empezó su vida como mariachi hecho y derecho , y estuvo en Tabasco ejerciendo, para posteriormente viajar a Veracruz, Ciudad de México y Yucatán, donde estuvo cuatro años y aprendió más. Seguidamente, llegó de nueva cuenta a Tabasco para ser parte de una agrupación.
“A mí me hablaban de varias ciudades para que cantara y tocara con ellos, y cuando llegué a México, un montón de gente quiso que trabaja con ellos, yo fui a Garibaldi, y ahí estuve, pero no me gustó mucho, fui a hacer dos o tres grabaciones, ya tenía a mi primera esposa y mis dos hijos, ahí andaban conmigo”, comentó.
Don Candelario expuso que él solo aprendió a tocar lo que sabe, que son la vihuela, la guitarra, el guitarrón y el violín, sin maestros ni asesores, ya que antiguamente el que quería aprender, tenía que estar pegado con los mariachis, viendo, escuchando y practicando.
“Ya en Villahermosa, en la agrupación que estaba, pagaron un maestro de violín, fue el que nos guiaba y nos enseñaba, ya trabajábamos. Después hice mi vida allá y luego me vine a Carmen, que fue aproximadamente hace 25 años, con otros grupos, venimos a una Semana Santa y de ahí me quedé unos días, porque los grupitos no sabían mucho y me quedé a enseñarles y ya no me fui”, destacó.
Dijo que sigue dando clases e impartiendo su conocimiento, de forma gratuita, para el que quiera aprender, con la condición de que no sean viciosos, impuntuales y vayan cuando esté disponible don Candelario.
“Yo le pasé mis conocimientos a mis hijos, enseño de forma humilde, levantamos nuestro grupo, y aquí seguimos, pero eso sí, a mí me tocó una situación difícil, me tocó el huracán Roxana, estuvo duro, y tardamos como tres meses sin trabajar, nos las veíamos negras, sobrevivamos de lo que fuera, nos íbamos a cantar al aire público y pedíamos comida para sobrevivir, y también nos daban dinero algunos, así le estuvimos haciendo”, argumentó.
Ovando Ruiz tenía como meta llegar a Yucatán, por el mejor estilo de vida, pero se decidió por Carmen gracias a la fiesta, a que los carmelos son vivarachos, y suelen contratar a las agrupaciones para amenizar los convivios o para llevar serenatas.
“Me siguen hablando de otros lugares que si quiero ir a trabajar, pero ya aquí me quedé, con mi primer matrimonio tuve dos hijos, una mujer y un varón, con mi actual esposa tuve cuatro, tres mujeres y un varón, en total tuve seis hijos, de los cuales, a dos les inculqué la música y siguieron mis pasos”, expresó.
Lamentablemente, don Candelario tiene diabetes, sin embargo, mantiene su enfermedad controlada, y aún participa en los eventos como mariachi, pero sólo las de día, ya que en las noches las utiliza para descansar.
“Ya mi hijo encargado no quiere que trabaje, pero yo me aburro en mi casa, no me quiero jubilar, me gusta estar aquí, y yo aquí me quedo hasta que Dios me dé vida, todavía puedo. Este 2 de febrero cumplo 60 años, pero me gusta mi profesión, toda la vida la música y la fiesta ha sido lo mejor que hay”, subrayó.
Don Candelario se siente orgullo de sus dos hijos, que ejercen el mariachi, uno se encuentra en Tabasco y el otro aquí en la isla, quien se hace cargo de la agrupación, que son un total de seis integrantes, incluso, ya tiene un nieto que se dedica a seguir el mismo camino.
“La situación ahorita anda baja, después de navidad disminuyó, pero ya esperamos que haya un repunte quizá para el 14 de febrero, pero todo el año esperamos tener eventos, para las fiestas, misas, rezos, serenatas, entre otras cosas, con tanta celebración hay chamba, y ahí le vamos dando, por si nos quieren visitar, estamos en la calle de los mariachis, frente al parque Lázaro Cárdenas, somos Mariachi Alma Mexicana”, concluyó.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Ignacio Morales)