La constante población flotante de extranjeros en Carmen, ahora de origen asiático por la presencia de petroleras, son riesgos para el ingreso de epidemias como la causada por el “coronavirus” en estos días; el ébola en 2014; o la fiebre amarilla que llegó hace más de medio siglo en un barco de guerra francés.
Sallandrouze Hocquart, capitán del cañonero La Grenade, al servicio del imperio napoleónico, arribó a la Isla el 2 de febrero con su embarcación sólo para ver morir a su tripulación infectada con el mortal virus de la fiebre amarilla.
Fueron 27 los marinos franceses atendidos de urgencias en el sanatorio carmelita ubicado en ese entonces donde ahora es el Museo “Victoriano Nieves Céspedes”.
Hocquart fue el único sobreviviente y luego de incinerar los cadáveres de sus camaradas -procedimiento de rigor usado en esa época como medida para evitar la propagación de la enfermedad- mandó a construir un obelisco que sigue hasta nuestros días en el Panteón “Ultimo Paseo”, ubicado hoy sobre la calle 47 por 22.
En el viejo camposanto, con criptas de más de más tres siglos, yacen los restos de Eduard Leelkalnl, capitán del navío ruso Lembit, acaecido el 18 de marzo de 1908 por fiebre amarilla.
En la lápida de este navegante aún se pueden distinguir los datos que fueron grabados cuando falleció, todo en idioma Alemán, de donde se presume que es originario.
“Hier ruhet Kapitain Eduard Leelkalnl vom Russisehen Segler Lembit” / “Aquí yace el capitán Eduard Leelkalnl del marinero ruso Lembit”.
“Geboren am 3 Dezember 1877 gestorben am 18 mar 1908 / Nació el 3 de diciembre de 1877 y murió el 18 de marzo de 1908”.
“Ruhe sanft in Frieden fern von der Heimat, gedenken Deinser Deine Agelnorigen / Descansa en paz lejos de casa, piensa en tus ángeles”.
En su lápida, en la parte superior, hay una leyenda grabada en mármol en idioma español, que aún se puede leer también, y advierte que murió de fiebre amarilla.
Influenza
La pandemia de influenza A/H1N1, que surgió en México durante abril de 2009, tomó por sorpresa a todo el mundo y en la Isla el miedo generó temor entre la población, que en esos días los medios de comunicación reportaron muertes todos los días por esta enfermedad.
En aquellos días se declaró estado de emergencia en varias partes del País; y en Carmen, aparecieron los primeros casos en las semanas posteriores cuando ya se estaba distribuyendo una vacuna.
Ébola
A finales de septiembre de 2014, el virus del ébola se había llevado a la tumba a más de tres mil en el continente africano, lo que causó pánico en el mundo; y en la Isla un trabajador de la embarcación Lewek Touncan de la compañía Ranger, de nombre Moses Wuduh Dzenzup, de 52 años de edad, quien presentó síntomas de diarrea, dolor de cabeza, dolor de huesos y fiebre, fue internado por la mañana de emergencia en el Hospital General “Doctora, María del Socorro Quiroga Aguilar”, luego que fue bajado del área de plataformas petroleras en la Sonda de Campeche.
En ese entonces, la Secretaría de Salud del Estado no emitió ningún comunicado hasta que ciudadanos acudieron a manifestarse al nosocomio estatal.
El hombre fue un paciente de origen ghanés con un cuadro clínico que correspondió a un síndrome febril, pero sin asociación con el virus del ébola.
Las muestras de sangre del africano fueron enviadas al Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica y al Laboratorio Estatal de Salud Pública para su análisis y días posteriores revelaron que presentó una infección estomacal severa por intoxicación al ingerir alimentos en estados de descomposición.
Moses Wuduh, antes de ser bajado de emergencia, estuvo laborando enfermo tres días en la embarcación; fue bajado en helicóptero y trasladado del Helipuerto al hospital mencionado, a bordo de la ambulancia número 06, del Servicio de Ambulancias y Seguridad Industrial de Petróleos Mexicanos (PEMEX).
(Texto y fotos: Redacción /
POR ESTO!)