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Quintana Roo

Denuncia a la narcocultura

Por Omar Capistrán

CHETUMA, 24 de enero.- “La única vida que mi padre disfrutó y estuvo tranquilo se encuentra en NETFLIX”, fueron las palabras de Juan Pablo Escobar Henao, hijo del otrora poderoso capo de la droga colombiano Pablo Escobar Gaviria, cabeza del Cartel de Medellín, en conferencia brindada la mañana de este viernes 24 de enero en el Centro Cultural Universitario de la Universidad de Quintana Roo.

Quien desde hace 16 años lleva el nombre de Juan Sebastián Marroquín Santos brindó ante cientos de jóvenes el testimonio de cómo fue ser hijo de uno de los hombres en su momento más poderosos, ricos y sanguinarios del mundo. Su mensaje: Las falacias de las llamadas narcoseries hacia la juventud y de lo que se trata realmente el escabroso mundo del narcotráfico.

Apoyado de fotos históricas donde aparece su papá, las cuales han dado la vuelta al mundo, y del cortometraje “Los pecados de mi padre”, el conferencista y autor de dos libros narró la vida que llevó su padre, Pablo Escobar Gaviria, desde joven y hasta el ocaso de sus días a los 44 años.

“Traigo mi experiencia de vida para que no se repita. Todos vemos estas series que se han hecho famosas y que endiosan a los narcotraficantes. Yo les puedo decir que nada de esto es cierto. Si mi padre vivió el 10 por ciento de su vida con tranquilidad es demasiado”, expresó categórico.

Así, Marroquín Santos llevó a los asistentes por los pasajes que marcaron más su vida, desde la famosa foto afuera de la Casa Blanca en Washington, pasando por el bombazo perpetrado en contra de su familia por el cártel de Cali, hasta algunas instantáneas de fechas recientes donde posa con los hijos de figuras asesinadas por Pablo Escobar Gaviria, como lo fueron Luis Carlos Galán y Barry Seal.

“Ojalá esta charla sirva para que aquellos jóvenes que han decidido dedicarse al narcotráfico y la delincuencia lo piensen. Basta con que ocupen la mitad de su capacidad para sobresalir en un mundo que no requiere hacer cosas malas. Hoy les afirmo, si bien mi padre quizá nunca llegó a contar cuánto dinero tuvo junto, ni él ni las personas con las que hacía negocios pasaron de 45 años”.

Recordó anécdotas como cuando su padre era buscado y tuvieron que pasar más de una semana encerrados en una choza, con 5 millones de dólares en el piso, pero sin poder salir a comprar un solo pan. O la de las vajillas danesas cuyas orillas tenían oro de 16 quilates, valuadas en 400 mil dólares y en las que su hermana, su madre y su papá sólo comieron un par de veces.

Entre sus experiencias no podía faltar el asesinato de Luis Carlos Galán, candidato a la presidencia, enconado enemigo de Pablo Escobar Gaviria y que en un arranque lo mandara a asesinar en un mitin el 18 de agosto de 1989, cambiado así la historia de Colombia.

Dedicado a la arquitectura, pacifista y conferencista, el hijo de “El Patrón” mencionó que hace 16 años tuvo que cambiarse su nombre porque no se le expedía ningún pasaporte. No tenía forma de viajar.

Sobre el final de esta aleccionadora historia, Juan Sebastián Marroquín Santos mostró parte de su documental “Los pecados de mi padre”, donde por un lado cuenta parte de la historia de Pablo Escobar Gaviria y, por la otra, sus intentos para contactar a los hijos de las principales víctimas de su padre, lo cual logró después de muchos años.

Sobre el par de libros escritos en torno a la vida de su padre, “Pablo Escobar, mi padre” y “Pablo Escobar Infraganti”, explicó que fueron tres las razones que lo orillaron a realizarlos:

-Dar a las víctimas de su padre acceso a la verdad real.

- Brindar a su hijo un documento histórico verdadero de lo que fue su abuelo.

- Dar a la juventud un mensaje sumamente explícito y real de lo que es en verdad el narcotráfico.

El dato

Después de la muerte de su padre y tras varias solicitudes de asilo denegadas por diferentes países, al cabo de un año salieron de Colombia rumbo a Mozambique, tras un acuerdo con los representantes de dicho país, pero apenas duraron tres días, pues Mozambique era una nación convulsionada que acababa de salir de una guerra civil.

Finalmente se instalaron en Argentina, donde tuvieron varios problemas legales que después lograron resolver. Por razones de seguridad y para alejar el estigma de tener el apellido Escobar, sus nombres y apellidos fueron cambiados por las autoridades colombianas antes de que salieran de Colombia. Así, Victoria pasó a llamarse María Isabel Santos Caballero, Juan Pablo se llama Juan Sebastián Marroquín Santos, su ahora esposa Andrea se llama Ángeles y su hermana Manuela se llama Juana Manuela Marroquín Santos.

En 2009 presentó el documental biográfico “Pecados de mi padre”.

En 2014 y 2016, Editorial Planeta Colombia publicó sus libros “Pablo Escobar, mi padre: Las historias que no deberíamos saber” y “Pablo Escobar Infraganti: Lo que mi padre nunca me contó”.

En 2017, El Festival de Cannes presentó “Escobar al descubierto”, un documental que explora todas las aristas del creador del cártel de Medellín, con los testimonios, entre otros, de su hijo y de su viuda, con archivos fotográficos y videos nunca antes revelados.

Actualmente vive en Argentina, donde fundó su estudio de arquitectura Box Arquitectura Latinoamericana y una marca de ropa llamada Escobar Henao, con prendas inspiradas en documentos inéditos de su padre y estampados con mensajes que invitan a la reflexión; está casado y tiene un hijo llamado Juan Emilio.

Juan Pablo Escobar Henao también se dedica a brindar conferencias alrededor del mundo, llevando a los jóvenes un mensaje de paz y hablando sobre el narcotráfico y sus terribles consecuencias.

En su libro “Pablo Escobar, mi padre” cierra con una frase contundente de agradecimiento que dice: “A mi padre por mostrarme el camino que no debo recorrer”.

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