De la Redacción
MAJAHUAL, OPB, 29 de enero.- El avión Gulfstream Aerospace G-1159, con matrícula N18ZL, color blanco con rayas rojas y azules, el cual era piloteado por Aldo L. M. y Miguel Ángel B. V., el primero venezolana y el segundo de nacionalidad boliviana, aterrizó en el aeródromo de Majahual bien cargado, pues en su interior se encontraron 42 paquetes, todos con un peso de aproximadamente 35 kilos, que en total se estima en aproximadamente una y media a dos tonelada de cocaína base.
En un principio se manejó que la aeronave transportó 32 paquetes, pero durante una revisión más exhaustiva por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se encontraron 10 paquetes más al fondo del avión.
El millonario golpe al narcotráfico se verá incrementado debido a que en el primer reporte oficial se indicó que los 32 paquetes con una sustancia similar a la cocaína, tiene un precio estimado de 224 millones 640 mil pesos, pero ahora falta sumarle el precio de los 10 paquetes más.
Asimismo, personal de la Fiscalía General de la República (FGR) realizan el peritaje en el avión que aterrizó en la aeropista de Majahual, una vez que concluyan los trabajos, los cuales pueden ser este miércoles o jueves, trasladarán las bolsas de cocaína a la Subdelegación con sede en Chetumal.
Sin embargo, la Subdelegación de la Fiscalía General de la República en Chetumal, desde el pasado lunes se encuentra blindada por personal del Ejército Mexicano, que mantienen bajo custodia 741 kilos 970 gramos de clorhidrato de cocaína base, que fue asegurada en el narcojet bimotor tipo Hawker.
Fuentes confiables precisaron a este medio informativo de manera extraoficial, que el avión que bajó en el aeródromo de Majahual no fue un vuelo clandestino, sino que fue autorizado y que tenía un plan de vuelo con destino final a Miami, Florida.
Asimismo, se informó que el avión salió de la República de la Argentina, sobrevoló los países de Bolivia, Perú y Venezuela y luego se enfiló hacia México.
En el plan de los pilotos Aldo L. M. y Miguel Ángel B. V. estaba hacer una escala en el estado de Quintana Roo, bajando en el aeropuerto de Cozumel o en el de Chetumal a cargar combustible, para luego continuar su vuelo hacia Miami, Florida.
Sin embargo, todo parece indicar que fue avisado del blindaje que actualmente se ha puesto en los aeropuertos y por eso no bajo ni en Cozumel ni en Chetumal, sino en la aeropista de Majahual.
Tanto eso como el hecho de que era un vuelo autorizado con documentación legal, permite la presunción fundada de que operaba en contubernio con autoridades de Aeronáutica Civil de México y de los demás países.
El aseguramiento se debió a la acción leal y honesta del personal del Ejército Mexicano apostado en la aeropista de Majahual, municipio de Othón P. Blanco, debido que a que el avión no era monitoreado.
Por otra parte, la aeronave continúa en la aeropista de Majahual, la cual se encuentra blindada con efectivos del Ejército Mexicano, Secretaría de Marina-Armada de México y Guardia Nacional, los cuales impiden el paso hacia el entronque de El Uvero con la carretera Cafetal-Majahual.
Sobre la carretera Cafetal-Majahual se encuentran estacionados dos camiones con elementos de la Guardia Nacional, listos para entrar en acción en el momento que se les requiera, además de que patrullan los alrededores de la aeropista.
En el entronque de la carretera de El Uvero con la Cafetal-Majahual, un convoy de la XXXIV Zona Militar estaba apostado, cuyos elementos debido a los trabajos que realizan en el avión Gulfstream Aerospace G-1159, con matrícula N18ZL, color blanco con rayas rojas y azules, por el personal de la Fiscalía General de la República, cerraron la circulación por un par de horas.
Asimismo, el perímetro de la aeropista de Majahual es vigilado por otro convoy de elementos del Ejército Mexicano, los cuales se desplazan a baja velocidad y atentos de lo que sucede en la carretera, maleza y caminos de terracería blancos.
En la entrada a la aeropista se encuentran destacamentados elementos de la Guardia Nacional, los cuales tienen órdenes superiores de no dejar pasar a los conductores de vehículos y camionetas, sólo les dan acceso a las personas que tienen su domicilio entre las viejas oficinas del aeródromo de Majahual, con previa identificación.
Hasta la tarde de este miércoles continúa la vigilancia por parte del personal del Ejército Mexicano, Secretaría de Marina-Armada de México y Guardia Nacional, debido a que los peritos de la Fiscalía General de la República (FGR) continuan indagando si la aeronave contiene más droga.