En la actualidad ser niña o niño implica riesgos, ya que son uno de los sectores de la sociedad más expuestos a cualquier tipo de violencia, pues la idiosincrasia es que jueguen un rol que tal vez no les corresponde a su edad y que dificulta su desarrollo integral, como ser trabajadoras domésticas sin paga o embarazos a muy temprana edad, es por ello que se debe trabajar con la sociedad en general para cambiar y mejorar las condiciones de vida para quienes apenas comienzan a vivir, explicó Jimena Laza, secretaria ejecutiva del Sistema de Protección de los Derechos de los Niños Niñas y Adolescentes (Sipinna) en Cancún.
De acuerdo con una proyección para 2019 del Consejo Nacional de Población (Conapo), Quintana Roo cuenta con 566 mil 960 niños y niñas de los 0 a los 17 años de edad, de estos 276 mil 795 son mujeres y 290 mil 165 son hombres.
Jimena Laza dijo que el ser niña trae consigo una serie de desventajas, una de ellas es en el desarrollo integral, ya que gran parte de este sector de la población realiza labores domésticas porque tienen que ayudar en casa, debido a que sus papás laboran.
“Desde ahí algo no está funcionado, ya que a esa edad lo que tienen que hacer es estudiar y prepararse para la vida, que a estas alturas ya es muy complicada para todos en general”, refirió.
Advirtió que si la educación de las niñas es truncada, hay más probabilidades de que en su vida adulta vuelvan a ese círculo de violencia o de pobreza con el cual están creciendo, ya que para ellas será normal este tipo de conductas, pues es la manera que las enseñaron a vivir.
En la actualidad otro tipo de violencia que aqueja a las menores de edad es la que es ejercida a través de medios digital; este tipo de maltrato que ha crecido a pasos desmedidos contra niñas y mujeres, es por ello que se debe trabajar para erradicarla, reconoció.
Por otro lado María Elba Carranza Aguirre, directora del DIF estatal, explicó que en Quintana Roo el abuso sexual es el tipo de violencia más ejercida contra las niñas, sin importar si habitan en zonas urbanas o rurales, seguida de la restricción a la educación y el obligarlas a realizar labores que no corresponden a su edad.
Perciben más inseguridad en casa
En el estudio “Niñas, niños y adolescentes víctimas del crimen organizado en México”, realizado por el Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en conjunto con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), basado en la Consulta Infantil y Juvenil 2018, en Quintana Roo menores de edad de 6 a 9 años consideraron que el mayor nivel de inseguridad es en casa, con el 20.1 por ciento de la población en ese rango de edad.
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a agosto de 2020 han sido abiertas 50 carpetas de investigación por el delito de corrupción de menores; la cifra más alta en cuanto a denuncias fue en febrero, al registrarse 11 querellas.
El SESNSP tiene registrados tres mil 665 carpetas de investigación en todo el estado, por delitos contra la familia, como agresiones en el hogar, violencia de género, incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar; entre las víctimas figuran menores de edad; de acuerdo con las cifras del Observatorio Ciudadano Nacional (ONC) hasta julio contaba con mil 91 carpetas iniciadas sólo en el municipio Benito Juárez, el más poblado de la entidad.
En ese contexto, Jimena Laza, secretaria ejecutiva del Sipinna Cancún, organismo que de enero a julio a nivel estatal ha atendido 179 casos de agresión en contra de menores de edad, remarcó la necesidad de promover los derechos de las niñas, además de dar a conocer a lo que ellas pueden estar expuestas y planificar una estrategia para terminar con esta problemática social.
“Los embarazos en menores de 14 años generan el panorama de que una niña será madre de otro niño, y esto ya la pone en una desventaja de por vida, porque no está preparada ni física ni mentalmente”, expuso.
Dijo que para que esto mejore se tiene que hacer un cambio de paradigmas. “No se puede dejar la problemática sólo a las autoridades, la niñez tiene que ser una agenda para todos de manera central, que todas las decisiones que se tomen como adultos sea en torno a ellos y su bienestar”.
Campaña internacional
Cada 11 de octubre, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con motivo del Día Internacional de la Niña, lanza una campaña anual que cuenta con la participación de las niñas y tiene el objetivo de darles la posibilidad de hablar y defender sus derechos. Este año, bajo el lema “Mi voz, nuestro futuro en común”, debemos aprovechar la oportunidad para reimaginar un mundo mejor con la inspiración de las niñas adolescentes; un mundo en el que se sientan motivadas y gocen de reconocimiento, en el que se las tenga en cuenta y se invierta en ellas.
Mientras las niñas adolescentes de todo el mundo reivindican su poder como impulsoras del cambio, en el Día Internacional de la Niña 2020 nos centraremos en sus peticiones para que puedan vivir libres de la violencia por razón de género, de las prácticas nocivas , aprender nuevas habilidades para el futuro que ellas elijan y dirigir una generación de activistas para acelerar el cambio social.
Invisibles para las autoridades
El balance anual del 2019 hecho por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) titulado “Infancia y adolescencia en México, entre la invisibilidad y la violencia”, refiere los desafíos del actual gobierno federal para garantizar los derechos de los menores.
En el documento deja claro que las niñas, niños y adolescentes son invisibles para el gobierno federal, al no formar parte de ninguno de los 25 proyectos estratégicos
El análisis muestra que entre enero 2015 y julio de 2019, el SESNSP registra 3 mil 297 feminicidios en el país, 317 han ocurrido entre la población de 0 a 17 años, es decir, uno de cada diez feminicidios en el país afecta a niñas y adolescentes.
Durante 2018, ocurrieron en promedio siete asesinatos al mes contra niñas y adolescentes, y en 2019 se registraron 59 feminicidios, un incremento a ocho feminicidios cada mes, agrega el reporte.
Comparando únicamente los primeros siete meses de cada año, 2019 representaría el periodo más violento por el delito de feminicidio en contra de niñas y adolescentes, con un crecimiento de 13.5% respecto al mismo periodo de 2018, deja en claro la Redim.
Desde el año 2000 al cierre de 2019, cerca de 21 mil niñas, niños y jóvenes, fueron víctimas de homicidio doloso y se registraron más de siete mil casos de menores desaparecidos.
Por Angélica Gutiérrez