El cementerio Los Olivos abrió sus puertas para visitas de los difuntos a partir del miércoles 21, en las que los familiares pasan en grupos de dos personas cada diez minutos, sin embargo, no hay un orden cuando hay un sepelio.
Durante el mediodía de este jueves, una familia de 50 personas aproximadamente, lloraban desconsoladamente ya que no les permitían el acceso para despedirse de su familiar, los encargados comentaron que sólo podían entrar diez personas por tratarse de un sepelio, lo que generó gran molestia pues sólo estaban cuatro integrantes de la familia dentro del camposanto.
Entre dolor, palabras altisonantes y lágrimas pedían que les abrieran la puerta a tres de sus hijos, pues querían darle el último adiós a su madre.
“Es increíble que no tengan un control de la cantidad de personas que accedan a las plazas. En las playas se amontona la gente; han abierto algunos antros y en restaurantes. Aquí posiblemente pudiesen tener mayor consideración por ser uno de los momentos más dolorosos para las familias, donde se le da el último adiós a nuestro familiar y no podamos”, comentaron algunos de los familiares de la ahora difunta.
Este jueves se llevó la apertura gradual a visitas a Opabiem Funeraria Municipal, ubicada en la región 106 avenida Carabanchel, donde el acceso es controlado (dos personas cada diez minutos) como en Los Olivos.
El cementerio Álamos ubicado en la avenida José López Portillo continúa con puerta cerrada, sin embargo, planean contar con un acceso con motivo del Día de Muertos, pero aún no se oficializa.
Ante la cercanía de la festividad se desconoce si estarán abiertos los camposantos para los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, pues todo depende del cúmulo de casos positivos por COVID-19 que se lleguen a presentar en los próximos días, por lo tanto, vendedores de flores a las afueras de los cementerios comentan que sus ventas se vieron afectadas durante el tiempo que se mantuvieron cerrados los camposantos, sin embargo, cuentan con la esperanza de que en los próximos días, debido a las festividades, recuperen los días en los que no tuvieron ninguna venta.
Por Karla Cauich