La determinación del municipio de Othón P. Blanco, de cerrar los panteones en los días de Muertos (1 y 2), afectó la venta de florerías cercanas, pues en otros años a cualquier hora se presenciaban personas caminando para la compra de flores y llevarlas a sus fieles difuntos, expresó el encargado de la florería “El Rosal”, José Martínez Rodríguez.
Comentó que tal determinación, resulta cuestionable, al ser una tradición mexicana el llevar ofrendas y flores a sus seres que ya partieron, por lo que el cierre de los cementerios, sin duda afectó la venta para las florerías, que en su caso bajó en un 80 por ciento.
Dijo que esta decisión del cierre, fue de última hora, por lo que se habían surtido para la demanda de la ciudadanía, pero ante este cierre de cementerios la venta bajó y aunque en las casas, se pusieron altares, la compra de flores fue poca y en tal sentido, pudiera representar pérdida para su caso, ya que si fueron invertidos 20 mil pesos, a lo mucho se pudieran recuperar 5-7 mil pesos.
De igual forma, Claudia, encargada de la florería “Paraíso” en avenida Nápoles, cuyo producto es traído de la Central de Abastos de la Ciudad de México, coincidió que ante el cierre de los cementerios y la baja economía por la pandemia COVID-19, la venta fue baja en comparación a los años pasados, disminuyendo en un 80 por ciento.
Por Moisés Omar Soto Suárez