El fin de año está por llegar y como cada noviembre y diciembre restauradores de figuras ubicados en el Mercado 23 comienzan a recibirlas para su reparación y éstas estén listas para las celebraciones de fin de año; el señor Roberto Núñez, restaurador, asegura que la temporada promete ser buena, y tendrá un respiro económico para un año gris e irregular.
Para este mes de noviembre empieza a repuntar la restauración de piezas religiosas como niños Dios, pesebres y Vírgenes de Guadalupe, asimismo durante los meses de enero y febrero registran buena actividad para restaurar otro tipo de figuras.
Roberto Núñez quien lleva más de nueve años trabajando la restauración expresó “la temporada viene buena, me está llegando mucho trabajo para restaurar tanto que me ha tocado pedirle a mi esposa, hija y cuñada que me ayuden estos días”.
Destacó que aun cuando los materiales que utiliza como el yeso, pinturas resina entre otras registraron un incremento trata de mantener los precios en su taller, pues le importa mucho mantener a su clientela que año a año no lo abandonan, la cual para esta temporada llegan con alguna imagen para reparar.
Espera que el clima cambie en los próximos días porque asegura que es un factor que afecta ya que al trabajar con yeso debe dejar que las piezas sequen bien y con calor el proceso es más rápido mientras que con lluvia se debe dejar más tiempo al secado.
Por otra parte, el señor, Agustín Calderón, quien también trabaja el oficio de restaurador y se encuentra ubicado en la Supermanzana 23 destacó que lleva 10 años trabajando la técnica de restauración, su esposa lo enseñó, por lo que decidieron montar un negocio cerca de su residencia donde trabajaron mucho tiempo, sin embargo, con la pandemia le tocó cerrar y ahora trabaja de manera provisional en su casa.
“Me llegan muchas imágenes destrozadas que sale más barato comprarlas nuevas que restaurarlas, pero representan algo sentimental para mis clientes y trato de no decepcionarlos y me esmero en buscar una opción para hacer un buen trabajo en esas imágenes”.
Destacó que la técnica del lijado para él es muy importante ya que con ésta al lijar logra retirar el esmalte anterior. De esta manera la superficie queda lista para la pintura nueva. Además se deben difuminar los rebordes de masilla para que no se note al arreglo.
El lijado es una parte importante de la estética final del trabajo, reiteró una vez concluido este proceso se procede a pintar, para ello utiliza pinturas acrílicas es la base que mejor resultados da en la pintura de piezas.
En este caso añadió que trata de no cambiar el color original, (a menos que se lo solicite el propietario), para mi es importante conservar la expresión y los matices en cada figura, expresó el señor Calderón, de 71 años.
Por María Isabel Dávila