Quintana Roo y Baja California Sur, ambos municipios con vocación turística, tienen las recesiones más alarmantes a nivel nacional, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 13.4% y 13% respectivamente, mientras que la media nacional es del 9.8%, debido a la crisis sanitaria y económica generada por el Covid-19.
De acuerdo al Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), la entidad generó 225 mil millones de pesos constantes a junio del 2020, mientras que en el 2019, en el mismo periodo de tiempo, había generado 286 mil millones de pesos, lo que generó que la entidad cayera del lugar 19 al lugar 23 a nivel nacional en el indicador de entidades generadoras de PIB.
Una suerte similar sufrió Baja California Sur, al pasar del lugar 28, al lugar 29.
Este año, los estados con economía que más dependen del turismo fueron desplazados en el ranking nacional debido a la pérdida de dinamismo económico, generado por la crisis sanitaria del COVID y sus consecuencias directas a la generación ingresos propios. Sin embargo, por primera vez en la historia, las economías de las 32 entidades perdieron valor durante 2020 ante la paralización de la producción, la inversión y el consumo del gran confinamiento.
La caída del turismo en Quintana Roo, sumado a la dependencia casi total a este sector económico, generó no hubiera movilidad de capital y la entidad se estancara por lo menos de marzo a junio, previó a la reactivación paulatina que realizaron las autoridades estatales.
Incluso, con las dos terceras partes de la economía relacionadas al turismo y una mayor oferta de alojamiento, Quintana Roo fue rebasada por Yucatán, así como por Hidalgo, Oaxaca y Chiapas.
La situación, lejos de mejorar, podría empeorar, de acuerdo a Guillermina Rodríguez, analista de CitiBanamex, en la medida en que la entidad no comience a recuperar y generar nuevos empleos formales, que permitan mantener un crecimiento sano de la dinámica económica.
De acuerdo a indicadores laborales, Quintana Roo no había podido recuperar en octubre los empleos perdidos en marzo. Incluso, se señaló que había perdido uno de cada cuatro empleos formales, es decir el 25% de la base laboral.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tasó en 358 mil 177 trabajadores que cotizaban ante la dependencia en septiembre de este año, mientras que durante el primer trimestre del 2020 eran 472 mil 41 trabajadores formales, es decir, al menos 113 mil 864 personas que perdieron su empleo durante la contingencia sanitaria aún no han podido reintegrarse a un trabajo formal.
La situación podría adquirir tintes caóticos, pues de acuerdo a estimaciones de CitiBanamex, a la económica mexicana podría tomarle hasta el 2025 para alcanzar los niveles económicos del 2018, pero, tanto a Quintana Roo, como a Baja California Sur, podría tardar más tiempo, mientras no haya una vacuna segura que permita la confianza a nivel mundial de viajar de manera constante y afianzar la reactivación de la economía de estos estados.
Por Carlos Matus