Jaguares con sus crías caminado por la selva de Calakmul y otros más cazado tortugas en la costa de Sian Ka’an, son parte de las imágenes que cámaras trampa han captado en los últimos meses en estas dos Reservas de la Biosfera, la primera inscrita como Bien Mixto en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco y la segunda declarada Patrimonio de la Humanidad.
En México, estas dos áreas naturales protegidas enclavadas en los estados de Campeche y Quintana Roo forman uno de los corredores más importantes de América para la movilidad y conservación genética del jaguar.
Para lograr conservar y mejorar la especie hay planes que han avanzado lento, pero que no se han detenido, que involucran la voluntad de comunidades y los conocimientos científicos para concretar el llamado Corredor Mesoamericano y que consiste en unir áreas protegidas federales, estatales y regiones de protección voluntaria.
En el marco del “Día Internacional del Jaguar”, José Zúñiga Morales, director de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, ubicada en Campeche, explicó que “Lo que vemos es que si no construimos una conectividad entre Sian Ka’an, Balankax, Calakmul, la Sierrita Tikul, toda esa zona, que es muy apta para el jaguar, podríamos perder la viabilidad genética que hoy día es de las mejores a nivel de América. Estamos hablando de las poblaciones más sanas en cuanto al tema genético de jaguares y está en la selva maya”.
De acuerdo al último censo y que fue presentado en Cancún en el marco del l Simposio Internacional de Ecología y Conservación del Jaguar y otros Felinos Neotropicales en 2018, la población aproximada de jaguar en vida silvestre fue de 4 mil 800 ejemplares, dato que se conoció por un trabajo conjunto entre el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y de la Alianza WWF.
Al hacer el estudio los investigadores se dieron cuenta que en Quintana Roo está el 41.6% de los 4 mil 800 jaguares contabilizados y que esta población aumentó 20% en el transcurso de ocho años, pues pasó de mil 800 a 2 mil.
Proyectos de desarrollo poblacional en la zonas de influencia de las áreas naturales protegidas, fraccionamiento del territorio por construcción de carreteras, caza de las especies que sirven de alimento al jaguar, son parte de las amenazas que tienen los jaguares, pero el hecho de que comunidades de Campeche y Quintana Roo se haya unido a los esfuerzos por reducirlas o en todo caso hallar alternativas que mantengan a salvo las zonas donde el felino transita, abre las esperanzas de que estén a salvo.
“Estamos trabajando con un corredor, con reservas comunitarias voluntarias para mantener la conectividad y no aislar a Sian Ka’an, porque si con la ampliación de la carretera de Tulum y con la posible vía del Tren Maya podría aislarse la población de fauna”, explicó Zúñiga Morales.
Ampliación de la ANP
Se está siguiendo una propuesta que en el 2009 lanzó la Unesco a través del Programa para El Hombre y la Biosfera MaB México, el cual registró a Calakmul con 1.4 millones de hectáreas como la reserva de la Biosfera de la Región, en donde se incorpora a las reservas estatales Balam Kin y Balamkú y las ANP federales Calakmul y Balankax.
“Son dos reservas estatales y dos federales que forman el complejo reconocido por la UNESCO, pero no por el gobierno mexicano; la propuesta es que si ya lo reconoció la UNESCO ahora la intención es que el gobierno federal, a través de un acuerdo con el estado, pueda concretarse una gran reserva”.
De ser así, se estaría hablando de una reserva que ocuparía dos estados de la República -Campeche y Quintana Roo- y sería de las más grandes en el país pues abarcaría 1.4 millones de hectáreas de selvas de manera continua, más los corredores que se están generando por parte del grupo de investigadores científicos.
“Estamos hablando de por primera vez hacer efectivo lo que se dijo hace más de 20 años sobre el Corredor Mesoamericano”.
Resaltó que lo que marca la diferencia es que las comunidades están participando y como ejemplo de eso dijo que en Calakmul ya hay 15 áreas voluntarias reconocidas por Conanp con 160 mil hectáreas.
“Digamos que ya tenemos avances y para Quintana Roo construimos la reserva comunitaria Laguna Om de Nicolás Bravo”.
Sian Ka’an
En la zona de Quintana Roo, específicamente en Sian Ka’an, los jaguares se mueven tanto en la zona de playa como de selva, se les ha visto gracias a las cámaras trampa, cazando una tortuga, tránsito con calma por la selva de la zona.
Omar Ortíz, director del área natural protegida, comentó que los reportes más recientes, luego del último censo de hace dos años, han logrado capturar en imágenes a por lo menos 58 animales, entre hembras y machos.
Desde hace unos años Sian Ka’an ha estado como sitio objetivo de diversos desarrollos, que van desde lo habitacional, turístico y hasta la fundación de nuevas comunidades, poniendo en riesgo la salud ambiental y todos los seres vivos que habitan el esta reserva de la biosfera.
“Lo que estamos haciendo es proteger la zona de influencia de la zona de Sian Ka’an de desarrollos que se pretenden establecer en ella”, comentó.
Hay proyectos que desde hace un par de años están buscando la manera de que las autoridades ambientales los aprueben, entre ellos está Ciudad Muyil, Ejido Tres Reyes y Ejido Noh-Bec, detalló Omar Ortiz, estos tres se ciernen como amenazas latentes sobre Sian Ka’an y por consecuencia sobre los jaguares que hoy tienen su hogar y zona de reproducción en la zona.
El contar con zonas de playa en el mar Caribe, cenotes y ríos de aguas cristalinas hace que Sian Ka’an sea visto por los empresarios del ramo turístico y habitacional como una zona de alta plusvalía, aunado a la necesidad de los ejidatarios por obtener ganancias vendiendo sus tierras, sus bellezas naturales son precisamente lo que la ponen en riesgo.
Tren Maya
Hasta ahora sigue siendo desconocido el proyecto final del Tren Maya, el cual va a cruzar estas dos reservas de la biosfera, pero lo que es un hecho es que va a atravesar 17 kilómetros de Calakmul y pasará en las cercanías de la zona de influencia de Sian Ka’an.
En ambos casos, los directores de las ANP coinciden en que si el proyecto cumple con todas las especificaciones solicitadas, entre ellas que haya tramos protegidos y pasos de fauna ubicados con base en las zonas movilidad y reproducción del jaguar éste no representa peligro para la especie.
En el caso de Calakmul la solicitud hecha a Fonatur es que en esa zona el tren corra por una especie de túnel que inicie unos hasta 20 kilómetros antes de que empiece el polígono de la ANP; para el caso de Sian Ka’an se han solicitado pasos de fauna.
“No veo que el Tren pueda ser una amenaza, siempre y cuando se cumpla con los estándares que se les están solicitando, pues a diferencia de lo que fue la ampliación de la carretera de Calakmul o la construcción de la carretera en la zona núcleo de Calakmul, de la que nadie dijo nada y se hicieron estas obras que lastimaron y partieron en cuatro a Calakmul, el tren está pasando en una zona destinada para infraestructura, no hay violentación a la zonificación de la reserva ni tampoco se ha modificado la reserva para que pase el Tren”.
Pero si el tren no hace adecuadamente los pasos de fauna, si no se toman en cuenta las escurrentías, si no se protegen los cuerpos de agua hay el riesgo de un impacto acumulado por las obras anteriores y ésta, reconoció.
“El tren tiene la oportunidad de resarcir todo ese daño ambiental que provocaron las obras anteriores y que no cumplieron con las condicionantes de la Manifestación de Impacto Ambiental”.
Consideró que el jaguar no es la especie que tendría el mayor impacto, no tanto como en las especies que tienen poca movilidad.
“Hay especies pequeñas pero que nadie las aprecia porque no tienen carisma en el mercado pero tienen una función ambiental importante, que requieren espacios tan pequeños que si se les destroza ese hábitat no logran conservarse, entre ellos están el pecarí”.
“El Tren Maya tiene que establecer los pasos de fauna no sólo para las especies grandes, sino para reptiles, insectos y mamíferos muy pequeños. No se trata sólo del jaguar, sino de proteger a todos los individuos que habitan ahí”.
Por Eva Murillo