Quintana Roo

Por miedo, los vendedores ambulantes en Cancún no denuncian los abusos de presuntos inspectores del ayuntamiento o extorsionadores quienes les cobran hasta dos mil pesos.

Los vendedores ambulantes que pertenecen al comercio informal se enfrentan a la extorsión y el cobro de piso por personas que se hacen pasar por inspectores del ayuntamiento y por quienes siendo o no miembros el crimen organizado, les cobran desde 800 pesos hasta dos mil pesos por mes, sin embargo, los afectados no se atreven a denunciar por miedo, comentó Luis Humberto Aldana, regidor de Industria, Comercio y Asuntos Agropecuarios del Ayuntamiento de Benito Juárez.

Luego de comentar que quienes venden tacos o poseen puestos fijos y semifijos de mayor extensión, son los más sujetos a extorsión por lo que se requiere que denuncien cuando son víctimas de este delito, “pero es muy complicado, porque tienen miedo”.

Expresó que los que llegan a extorsionar, sí actúan como gente del crimen organizado, “algunos serán y otros no, pero, incluso, los que no, llegan con ese argumento de ‘ni se te ocurra denunciar porque aquí caes’, bajo esas circunstancias, aunque no sean amedrentan a la gente”, lamentó.

Ejemplificó con el caso de un taquero de la Unidad Morelos que cerró porque “de plano lo amenazaron con un arma de fuego, luego alguien más adquirió ese lugarcito y puso un puesto de tacos de camarón, llegó un grupo y, como no quiso pagar, le navajearon sus lonas; tuvo que cerrar”.

El representante popular indicó que “la mayoría de los (extorsionadores) que hemos detectado es gente que ni siquiera trabaja en el ayuntamiento, pero se hacen pasar por inspectores. Se les acercan con camisas de uniformes de administraciones pasadas, por lo que (para distinguir) a nuestros inspectores, tienen su código QR”.  

Por otra parte, afirmó que anualmente el municipio deja de percibir entre cinco millones a siete millones de pesos por vendedores informales, lo que representa 50 por ciento a 70 por ciento de lo que existe realmente. Explicó que, por la misma complejidad que tiene, en donde se detecta un comerciante sin permiso, “hay mucha movilidad. Si llegamos al día siguiente, después de levantarle un acta, ya no está. Pasa bastante con los pequeñitos”.

Mientras que los que tienen puestos de tacos o de mayor extensión son los más localizables y los que más pagan, pero también los más vulnerables a ser extorsionados.

Cabe recordar que cuando se recibió la actual administración municipal, el padrón de comerciantes en la vía pública era de de mil 760, visiblemente era mucho más, ya se regularizaron más de cinco mil 100, hay más, pero un día están y al otro no.

Estimó que son entre 800 y mil las personas que se han instalado en la vía pública por el desempleo que llegó ante una pérdida de 70 mil empleos durante la pandemia.

“Yo me he manifestado públicamente por el desacuerdo con el sector hotelero que dejó a mucha gente sin trabajo de un jalón”, concluyó.

Por La Redacción