A 20 días de que concluya la campaña nacional contra la influenza, en la zona norte de Quintana Roo aún faltan por aplicar 47 mil 994 dosis, de las 151 mil 947 destinadas, esto representa el 32 por ciento de la meta, de acuerdo con la Jurisdicción Sanitaria Número 2. Esta enfermedad ocupa el segundo lugar de causas de muerte en 2020, con mil 193 defunciones, informó la Secretaría de Salud (Sesa) de Quintana Roo.
El 31 de diciembre concluye la campaña nacional de vacunación, así que la ciudadanía que aún requiera esta vacuna debe acudir a los módulos o centros de salud para que les suministren la dosis.
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Desde el 1 de octubre inició la aplicación a nivel nacional a través de centros de salud y módulos de la Sesa, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste); para Quintana Roo destinaron 436 mil 928 dosis.
Para proteger contra esta enfermedad, por parte de la Sesa se han aplicado 71 mil 784 dosis que corresponde al 29.55 por ciento de su meta programada que es de 242 mil 914.
Población de riesgo
En los puestos de vacunación se está aplicando el biológico a la población blanco, que es a partir de los 6 meses y hasta los 4 años y 11 meses de edad, mayores de 60 años, embarazadas y personal de salud.
También se está vacunando a población considerada de riesgo, que son de entre 5 y 59 años con alguna enfermedad como diabetes, hipertensión, cáncer, asma y obesidad, así como personas que dieron positivo a COVID-19, a partir de los 10 días de su recuperación.
A todos ellos se les recomienda que al acudir a los puestos de vacunación cumplan las medidas preventivas contra el coronavirus, como el uso de cubrebocas, el lavado de manos con agua y jabón o el uso del alcohol gel, así como la Sana Distancia.
Con base en la Organización Mundial, la influenza es una infección vírica que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La infección dura generalmente una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea y malestar general, tos seca, dolor de garganta y rinitis. El virus se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotículas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. Suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales.
La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico; sin embargo, en niños pequeños, personas de mayor edad y aquellos aquejados de otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar graves complicaciones de la enfermedad subyacente, provocar neumonía o en casos extremos, causar la muerte.
Por Angélica Gutiérrez