Alrededor de 3 mil indígenas migrantes en Cancún enfrentan rezago y discriminación, además de no ser tomados en cuenta por las autoridades, reveló el Centro de Apoyo a Indígenas Migrantes de Quintana Roo AC.
Pablo Martínez, director del Centro, resaltó que en este destino turístico 40% de la población es indígena, pero no pueden acceder a los programas de apoyo porque las reglas de operación sólo toman en cuenta a los que viven en zonas rurales.
“Es como si los indígenas, tanto locales como migrantes, que habitan las ciudades no existieran; muchos empresarios, políticos y funcionarios los ven sólo como el mozo, el vigilante y no les interesan”, subrayó.
Sumado a la falta de un andamiaje institucional que atienda sus necesidades, a la sociedad no indígena poco le interesa saber su etnia, lengua u origen; entonces son casi invisibles, reiteró el dirigente del Centro.
“No se conoce ni atiende a quien no se ve, entonces estamos buscando hacerlos visibles, insertarlos en foros de participación ciudadana e institucional, para que se conozcan sus necesidades legítimas”, subrayó.
Informó que en el Centro de Apoyo se han atendido alrededor de 3 mil indígenas migrantes y se han entregado poco más de 900 certificados de primaria y secundaria.
“Como asociación civil tenemos un universo limitado, por nuestros recursos, las personas llegan con necesidades diversas, alojamiento, trabajo, comida, pero nosotros sólo los canalizamos”.
En este sentido precisó que en su asociación les brindan, principalmente, apoyo para su desarrollo educativo y cultural, con talleres y cursos de pintura, ingles, manualidades, entre otras.
Indicó que lo que se requiere son verificaciones, un censo real de la población indígena en las ciudades, iniciativas de ley que puedan hacer que aumente el presupuesto del INPI y la capacidad de atención.
Pero sobre todo permear los programas de los tres ordenes de gobierno entre la sociedad indígena migrante que vienen de otros estados y países y que tienen desventajas al momento de tramitar certificados de estudios u otros documentos, dijo.
“Si a los indígenas originarios casi no se les toma en cuenta, menos a los migrantes que no son originarios, y para puestos de elección popular es prácticamente inimaginable”, subrayó.
El problema es cómo se les pueda abrir la puerta para que sí haya esa participación de la población en general, pero sin olvidar a los migrantes, que representan un porcentaje de hasta 40% en ciudades como Cancún.
Venancia Coh Chuc, encargada de asuntos de la oficina de representación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), reconoció que en Quintana Roo se tiene muy poco personal para atender a indígenas migrantes.
“En el Centro Coordinador Indigenista en Lázaro Cárdenas hay entre cuatro y cinco personas para atender ese municipio más Isla Mujeres, Benito Juárez, Tulum, Puerto Morelos, Solidaridad y hasta Cozumel”.
No obstante, destacó como un logro importante el acuerdo del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) para obligar a que los partidos políticos postulen personas indígenas a cargos de representación popular.
“Es un tema necesario, para que los indígenas estemos en los lugares importantes donde se toman las decisiones que nos afectan”, puntualizó la representante del INPI en Quintana Roo.
Por su parte, Ángel Salvador Contreras Mis, segundo visitador general de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, dijo que actualmente no se ha emitido ninguna recomendación por el tema indígena.
No obstante, el funcionario reconoció que los pueblos indígenas en Quintana Roo sufren discriminación y falta de oportunidades en general por tener menos posibilidades económicas.
“Generalmente son pobres económicamente y tienen menos oportunidades de educación, trabajo, salud y en todos los aspectos; la dicotomía indígena-pobreza que es muy común”, comentó.
Por Lino Sarmiento