Aludiendo a la Navidad, fue instalado otro arbolito para señalizar un bache, en calle Nizuc con Altos de Sevilla de la colonia Proterritorio, donde visiblemente proliferan hoyancos, unos iniciados por la, pero nunca reparados, teniendo la ciudadanía que arrojar grava para taparlos, como expresaron los entrevistados, Josué Patricio Hernández y Antonio Cordero.
El primero de los entrevistados, señaló que varios baches en la calle Nizuc, se formaron luego de las obras de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), quien acudió para componer tomas domiciliarias, pero nunca taparon con petrolizado y así ha estado por más de un año, aseveró.
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Patricio Hernández, refirió que la Navidad para el chetumaleño, llegó con la presencia de infinidad de hoyancos en la ciudad capital, de ahí que el ingenio salió a relucir, con otra “estampa” de un “arbolito” encima de un tabique, que tapa un hoyanco, justo frente a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), de la Fiscalía General del Estado.
Agregó que al estar los hoyos y con las recientes lluvias, estos quedan bajo el agua y no se visualizan, siendo peligro para motociclistas, que ya han caído, así como fuertes impactos, que han dejado varado a los conductores, por lo que vecinos aledaños han arrojado grava para rellenar el hoyo, pero con el tiempo se deslavan.
En ese sentido, destacó la falta de interés de las autoridades, tanto de municipio capitalino, como de la CAPA, pues se ha reportado la situación desde hace más de un año y aunque recientemente acudieron, repararon pero con acciones de mala calidad, pues surgieron más baches alrededor.
Por su parte Antonio Cordero, quien dijo haber trabajado en el ayuntamiento de Othón P. Blanco, refirió que existe desinterés por parte del municipio capitalino a cargo de Otoniel Segovia Martínez, pues “aunque existe personal para ello, no son enviados por los directivos y si son enviados, no se cumplen las tareas, de ahí que la ciudad este llena de baches, por lo que en mi tiempo libre, los tapo con arena y grava”, finalizó.
Por Moisés Omar Soto Suárez