La desaparición del outsourcing generaría que muchas personas contratadas a través de esta figura terminen bajo el esquema de honorarios asimilables a salarios, con lo cual perderían prestaciones, señalan especialistas en materia laboral.
En Quintana Roo, aproximadamente 174 mil trabajadores se encuentran bajo el outsourcing, un 34.5% del total de la fuerza laboral, debido a que es una figura que facilita a hoteleros dar de baja a empleados cuando finalizan las temporadas altas.
Quintana Roo es el estado con mayor porcentaje de trabajadores bajo el esquema del outsourcing a nivel nacional, seguido de Baja California Sur (entidad también con alta participación en el sector turístico) con el 27.8%, Ciudad de México con 25%, Nuevo León con 22% y Querétaro, con 21.4%, de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
A decir de especialistas en material fiscal y laboral, la probable desaparición de la figura del outsourcing, sin la claridad de la figura que la reemplazará, generará incertidumbre en sector laboral y se corre el riesgo de incidir en trabajadores en otros esquemas, que tampoco garantizan sus derechos laborales.
Héctor Márquez Pitol, director de Relaciones Institucionales de Manpower Group, señaló que una opción en la que podrían caer las empresas es en la contratación bajo esquema de honorarios asimilables a salarios. Aunque señaló que es necesaria la regulación del outsourcing, esta no debe de desaparecer, por lo menos de golpe, ya que es posible que las empresas procedan a esquemas de simulación, como los honorarios asimilables.
De acuerdo con Víctor Solís Sartre, contador fiscal, el esquema de honorarios asimilables a salarios se trata de un régimen fiscal para Personas Físicas, que deciden prestar sus servicios profesionales a empresas de manera esporádica o temporal, recibiendo un pago y sólo están obligados a pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR), de acuerdo con la actual legislación del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
A esto se suma, que quienes contratan trabajadores en este régimen realizan las retenciones correspondientes y no están obligados a solicitar recibos de honorarios, por lo mismo, quienes contratan no están obligados a otorgar seguridad social u otras prestaciones de ley como aguinaldo, reparto de utilidades, a quienes les trabajen bajo el esquema de honorarios asimilables a salarios.
Con 174 mil 397 trabajadores dentro del esquema del otusourcing en Quintana Roo, la desaparición de este figura obligaría a empresas a asumir la posibilidad de otros esquemas que pudieran ser más agresivos contra los derechos y prestaciones laborales de los trabajadores.
Por su parte, empresarios turísticos y hoteleros consideran que más que prohibir la operación de estas empresas externas, es necesario regular el buen funcionamiento de estos medios de subcontratación para que cumplan todas sus obligaciones legales, fiscales y de los trabajadores.
Toni Chávez, presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya (AHRM), dijo que los socios hoteleros están a favor de regular, más que prohibir la subcontratación de personal.
Consideró necesario debatir sobre el tema, junto con todas las cámaras empresariales a nivel nacional.
Apenas el pasado jueves 3 de diciembre el presidente de la República se reunió con líderes empresariales a nivel nacional para buscar consensos y puntos de acuerdo, que permitan generar un esquema de outsourcing más justo para los trabajadores y más competitivo para los empresarios, sin embargo, de concretarse, el mismo deberá ser presentado antes del primero de enero.
“Pues se tienen que hacer las adecuaciones necesarias en el SAT, a través de las cámaras de representantes y el tiempo se tiene en contra”, finalizó Solís Sartre.
Por Mario Hernández