A unos meses que José Antonio Ruz Hernández se valla con la “maleta bien llena” y su pensión de por vida como Rector de la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR), por cumplir dos periodos de cuatro años, la Universidad literalmente se cae a pedazos, empezando por su otrora Estadio de Fútbol Delfines para soccer profesional.
Ubicado a un costado de la Preparatoria Campus II, en la Unidad Deportiva, el recinto fue construido por una empresa deportiva de Oceanografía que creó un equipo de segunda división de fútbol, pero se fue a la quiebra.
Actualmente, la estructura ya no cuenta con los techos originales y las vigas de acero de color naranja muestran signos de corrosión graves.
En la parte exterior del estadio se alcanzan a ver estos detalles que la administración de Ruz Hernández no puedo subsanar -porque no hay recursos, pero si para elevadores que no se ven y vigilancia privada de 6 millones de pesos al año- y dejó abandonado el estadio.
La cancha fue el escenario de los torneos Apertura 2013 y Clausura 2014 de fútbol en el país y aumentó su capacidad en ese año para poder albergar hasta 15 mil espectadores y así cumplir los requerimientos mínimos que exige la Federación Mexicana de Fútbol. En total desuso el inmueble es usado como bodega y depósito de chatarra y basura.
Los dos accesos al estadio, específicamente el que está en la parte posterior del Campus II, se encuentran en total abandono por parte de las autoridades al mando del corrupto Rector Ruz Hernández.
La maleza ha cubierto casi en la totalidad de todos los camellones y banquetas que conforman el estacionamiento que aún es usado por personal del centro comercial de enfrente y la preparatoria universitaria.
(Texto y fotos: Agustín Ferrer)