El descenso de la temperatura que se ha estado sintiendo en estos días provoca la emigración de las especies marinas, ocasionando bajas capturas a los hombres del mar y provocando pérdidas a los productores que van entre cuatro a cinco mil pesos diarios, dijo José Luis Escalante Morales, presidente de la Federación de Sociedades Cooperativas Pesqueras Ribereñas “Rebeldes de la Caleta”.
Mencionó que los pescadores están acostumbrados a que en esta fecha son difíciles, no productivas, porque vienen muy continuos los nortes y frentes fríos, en donde en ocasiones pegan o no, pero actualmente aunque no peguen los nortes, llegan los descensos de temperaturas muy fuertes y eso ocasiona que las especies escaseen, en ese sentido los hombres de mar salen a pescar en las unidades y no traen nada, sólo les genera pérdidas por la gasolina que se consumen.
Varan las lanchas
Indicó que algunos productores están tratando de evitar mucha pérdida, por ello en los tiempos de frentes fríos varan las unidades, pero como los pescadores nunca tienen solvencia económica, se desesperan y deciden salir a la pesca, con la esperanza de que encuentren buena captura; desde luego los propietarios de las lanchas se encuentran en las mismas condiciones, pues uno nunca sabe cuándo se va a dar la producción pesquera.
Señaló que las pérdidas económicas son de forma continua, pero si no salen a la pesca, tampoco van a aprovechar cuando haya un poco de producción, por ello, algunos propietarios de embarcaciones se arriesgan y permiten que los hombres de mar salgan a la pesca; pero es un albur, porque los propietarios de las embarcaciones tienen un promedio de pérdida productiva entre cuatro a cinco mil pesos diarios, ya que el 50 por ciento se va en gastos de producción.
Indicó que cuando existe ganancias los pescadores perciben algo y los dueños de las embarcaciones se quedan con parte de los recursos para darle mantenimiento a las unidades; pero en este caso, con los frentes fríos no les deja nada, ni para compensar los gastos.
Señaló que esos son pérdidas que no pueden aguantar entre 15 a 20 días trabajando, pues nadie tiene suficiente capital para salir de continuo con ese tipo de pérdidas, por lo tanto los pescadores se van a sus actividades de tres o cuatro veces cuando mucho y si hay pérdidas deciden parar las unidades, vuelven a esperar tres o cuatro días para que hagan la prueba para ver si ha mejorado la producción, pero desafortunadamente no ha sucedido.
Finalizó diciendo que por ello han estado insistiendo desde hace varios años ante las autoridades de pesca sobre la modificación de la veda del camarón siete barbas, para que de este modo los pescadores no se vean afectados drásticamente en los tiempos de nortes y frentes fríos.
(Texto y fotos: Fernando Kantún)