A lo largo del 2019, el rector de la Universidad Autónoma de Carmen (Unacar), José Antonio Ruz Hernández, justificó su incumplimiento en aumentos salariales y otros acuerdos con la base trabajadora con el pretexto de supuestos recortes por parte de la Federación; sin embargo, los Estados Financieros de la institución pública hasta el 31 de diciembre del año pasado revelan que la universidad manejó más de 18 millones de pesos extra en comparación con el 2018, y aunque su situación financiera siguió complicada, el declive no inició en la actual administración federal sino que data incluso desde el 2016, tiempos en los que no se escuchó queja alguna del rector en contra de su propio partido político.
Durante el año pasado, el total de ingresos y otros beneficios que obtuvo la Máxima Casa de Estudios carmelita incrementaron 18 millones 958 mil 4 pesos con 11 centavos, al pasar de 615 millones 2020 mil 432.43 pesos durante el 2018, a 634 millones 160 mil 436.54 pesos, según indica la cuenta pública hasta el cuarto trimestre.
Dentro de éstos, la universidad carmelita sí tuvo incremento en los ingresos por venta de bienes y prestación de servicios que pasaron de 37 millones 380 mil 397.96 pesos en 2018, a 52 millones 9 mil 458.68 pesos en 2019; así mismo, las participaciones, aportaciones, transferencias, convenios, incentivos derivados de la colaboración fiscal, fondos distintos de aportaciones, transferencias, asignaciones, subsidios y subvenciones, y pensiones y jubilaciones pasaron de 557 millones 418 mil 321.14 pesos en 2018, a 561 millones 252 mil 562.11 pesos en 2019; la diferencia es de $3 millones 834 mil 240.
En este último rubro, destaca el subtotal de las “transferencias, asignaciones, subsidios y subvenciones, y pensiones y jubilaciones”, que es donde se dio un aumento significativo de casi 100 millones de pesos, al pasar de 436 millones 965 mil 674.73 pesos a 539 millones 635 mil 750 pesos entre un año y otro. Aunque sí hubo un recorte, este se dio en las “participaciones y aportaciones, transferencias, convenios e incentivos de distintos fondos”, también de casi 100mdp, de 120 millones 452 mil 646 mil.41 a 21 millones 616 750 pesos. Pese a marginal, el incremento fueron los +3.8 millones de pesos mencionados.
Incumplimiento salarial
El gran incumplimiento del rector José Antonio Ruz Hernández fue el incremento salarial del 3.5 por ciento pactado con el Sindicato Unico de Trabajadores de la Universidad (Sutunacar) para el 2019, ante el cual el villano favorito en sus discursos oficiales y entrevistas públicas fue siempre la Federación, a la que culpó en todo momento de su incumplimiento, y en esto se llevó al baile a la base trabajadora, que pasó todo el año sin que se cumpliera su derecho laboral hasta los últimos dos meses cuando se les entregó desfasado.
Incluso, en una estrategia duramente criticada, el mismo sindicato a cargo de José Ramón Magaña Martínez se sumó a los reclamos de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU), con corte a favor de universidades y rectores con mala administración, dejando sin exigencias al propio Ruz Hernández.
No obstante, los indicios apuntan a que todo se trató precisamente de la mala administración del rector carmelita, ya que el propio Magaña Martínez, antes de seguirle a Ruz la versión en contra del Gobierno Federal, había denunciado que el incumplimiento estaba sustentado en alteraciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), el cual hasta 2018 sí señalaba que el incremento salarial es responsabilidad de la universidad, que está obligada a entregarlo sin justificación y sin importar si los recursos han sido “radicados” o no.
En contra de lo establecido, el rector y la anterior dirigencia sindical de Gilda Angélica García Argáez alteraron el CCT para vincular la entrega del aumento salarial a la radicación de partidas federales, que por ley son a lo largo del año, en plazos, y no en una sola exhibición. Con ello, García Argáez dotó a Ruz Hernández de poder para decidir a su antojo cuándo hacer efectivo el incremento salarial, e incluso, de destinar los recursos de la universidad para otros efectos, “jinetearlos”, y culpar a la Federación por la demora.
A pesar de todas las justificaciones del rector José Antonio Ruz, los estados financieros de la universidad apuntan a que sí hubo ingresos excedentes durante 2019, pero éstos no fueron destinados a cumplir con sus obligaciones para con los trabajadores, sino que fueron usados discrecionalmente por esta autoridad universitaria.
Esta semana iniciaron de nueva cuenta las negociaciones para el incremento salarial 2020, en las que seguramente el rector sacará a colación a la “mala” e “injusta” Federación que cada vez le recorta más recursos.
Se estima que la negociación sea acorde al incremento salarial acordado para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de 3.4 por ciento directo al salario y 1.8 a las prestaciones no ligadas para este 2020, pero está por verse si el Sutunacar a cargo de Magaña Martínez de nueva cuenta le hará el juego a la CONTU, que irá en bloque por un incremento arriba del 3.7 por ciento al salario y 2.0 por ciento a prestaciones.
Pende de un hilo,
Fondo de Pensiones
Otro tema candente para las finanzas de la Universidad será el Fondo de Pensiones, ya desde hace años se viene advirtiendo que se encuentra en las últimas, y quizá ya sea insuficiente luego de que se usen esos recursos durante el 2020.
Aquí es necesario mencionar que tal como indican las Notas a los Estados Financieros al 31 de diciembre del 2019, en cuanto a los fideicomisos depositados en instituciones financieras, destinados exclusivamente a proyectos específicos y de los cuales, en el papel, la universidad no puede disponer sin la aprobación, se encuentran en un preocupante decremento.
Para el caso del Fondo de Pensiones, disminuyó 35 millones 729 mil 294.55 pesos, al pasar de 93 millones 628 mil 815 pesos que éste tenía en 2018, a 57 millones 729 mil 294.55 pesos durante el 2019.
Ello significa que durante este 2020 se volverán a usar más de 35.7mdp de éste fondo, con lo que restarían tan solo 22 millones de no refinanciarse durante este año, lo que ya será insuficiente de cara al 2021.
Derroche y más derroche
En contraparte a que sí hubo aumento en los ingresos de la universidad, marginales, pero de más de 18 millones como se explicó en los primeros párrafos, Ruz Hernández no cumplió cabalmente a lo largo del 2019, y pese a que excusó que la “Austeridad Republicana” asfixiaba a la Unacar, el derroche generalizado continuó sin freno en su rectorado.
Mientras los ingresos totales de la Universidad fueron de 634 millones 160 mil 436.54 pesos, el total de gastos y otras pérdidas fue de 693 millones 752 mil 477.77, con lo que el resultado de ejercicio fue una diferencia de menos (-) 59 millones 592 mil 41.23 pesos, según la Cuenta Pública al 4to trimestre 2019. Esto es, que Ruz gastó más dinero del que tenía, sólo 59 millones más de los que tuvo la Unacar.
En cuanto al estado analítico de los egresos, destacan disminuciones a las previsiones del personal por 22.7 millones, con lo que quedaron en cero, pero el pago de estímulos a servidores públicos se aumentó más de 14 millones; las remuneraciones adicionales y especiales, aumento de 20.9 millones. Las que son destinadas a la alta burocracia.
Para aumento salarial no hubo hasta noviembre, pero sí hubo suficiencia en el 2019 para aumentar lo gastado en la publicidad a sueldo, ya que los “Servicios de Comunicación social y publicidad” crecieron 286 mil 891.37 pesos, al quedar en 2 millones 908 mil 649 pesos gastados en cubrimientos mediáticos a modo.
(Texto: Carlos Valdemar /
Fotos: POR ESTO!)