Las grandes cadenas comerciales, como los supermercados, siguen siendo una competencia desleal para los matarifes de la Isla, toda vez que esas tiendas ofrecen el kilogramo de la carne de cerdo a un precio más bajo que los tablajeros, pues esos grandes comercios adquieren la carne en canal por mayoreo y el productor les otorga los precios especiales; en cambio, los matarifes tienen que comprar el producto menudeado con el precio más caro, pero existe una diferencia porque la carne que venden los tablajeros es fresca y no le tienen inyectada agua para que el producto pese más, dijo Romeo Reyes Hernández, ex secretario general del Sindicato de Matarifes.
Señaló que los carniceros de la Isla desde hace varios años continúan con el precio del kilogramo de la carne de cerdo y res, pese a que para el mes de diciembre los productores le subieron cinco pesos por kilogramo; pero mantener los precios anteriores es para apoyar la economía del consumidor, pues la crisis y la ‘cuesta de enero’ son dos de los principales problemas que afectan al consumidor en el inicio de cada año y que hasta el momento se sigue reflejando en el bolsillo de las familias, pero mientras sigan sosteniendo el precio continuarán trabajando de manera normal, con altas y bajas.
Beneficios
Indicó que ese tipo de beneficio para la ciudadanía en general permite que lleguen a adquirir su carne de res y cerdo en los mercados y las carnicerías que son de los socios del Sindicato de Matarifes, sin embargo, uno de los problemas que padecen en estos días es la competencia desleal entre los supermercados y los carnicerías procedentes de otros estados, debido a que ofertan los precios.
“Además, en la Isla de Carmen se está viendo que la recuperación económica está llegando muy lenta, y con la competencia con las grandes tiendas que abaratan el precio de la carne de cerdo, los consumidores acuden a esos lugares para comprar ese producto, a pesar de que no es fresco”, mencionó.
Indicó que desde hace más de 15 años a la fecha han estado luchando por esa competencia con los supermercados y tiendas de autoservicio, los cuales expenden económicamente la carne de cerdo y por lógica la ciudadanía tiende a comprar en esos locales comerciales. Lo cierto es que todas esas cadenas de empresas adquieren por grandes cantidades la carne y les cuesta más barato, de esa forma expenden el producto como ellos consideran (más económico), además, engañan a las personas con esa publicidad de vender más barato, cuando la realidad es otra, ya que a la carne le inyectan agua para que pese más.
Finalizó diciendo que sería importante que las autoridades del Gobierno del Estado permitan entrar a otros empresarios de otros estados, para que los matarifes decidan a quién comprar el producto, ya que actualmente la única forma de adquirir cerdos es por medio de las empresas yucatecas, porque la caseta fitosanitaria que se encuentra en Nuevo Campechito no permite el ingreso de vehículos cargados de aves de corral, ni cerdos u otro tipo de animales que quieren ingresar al Estado.
(Texto y fotos: Fernando Kantún)