Integrantes feministas del colectivo ‘Las del Sur’ asistieron este martes puntualmente a Rectoría de la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR) para exigir justicia a las jóvenes que han sido acosadas por personal de la Institución.
Javier Zamora Hernández, secretario de la UNACAR -metido hasta el cuello en la famosa “Estafa Maestra” por su paso como rector de la Universidad Tecnológica de Campeche (UTCAM)-, recibió a las valientes jóvenes que acudieron a la reunión y trató por todos los medios de convencimiento posibles que no grabaran adentro con sus teléfonos celulares, pero las alumnas se negaron y sus cámaras ingresaron con ellas a la reunión.
“Nada oficial”
Acorde al cuestionable Zamora Hernández, nada de lo que se dijo en la reunión fue oficial porque fue una “reunión administrativa”, no una Sesión Extraordinaria de Consejo; los concejales estuvieron de adorno y sólo quedó registrado en los videos de las alumnas en las redes sociales, no en ningún acta con valor legal dentro y fuera de la institución.
Los integrantes del Consejo Universitario, cómplices como una pandilla del rector José Antonio Ruz Hernández -que no ha explicado que hizo con 2 mil millones de pesos que recibió la UNACAR de contratos con Petróleos Mexicanos (PEMEX) desde 2013-, sin mediar palabra alguna entre ellos, admitieron que la UNACAR no va a sancionar a ningún maestro por meras quejas de alumnas con el rostro tapado, sino que la joven que se sienta afectada debe presentar su queja por escrito y firmada, y luego es turnada a una comisión y luego a otra comisión y a otra… y si el maestro es sindicalizado, otra comisión más y básicamente son meses y meses antes que un profesor reciba una sanción.
Ruz Hernández nunca se disculpó a nombre de la UNACAR, nunca admitió que se equivocaron en difamarlas y minimizar los hechos de denuncias.
Las alumnas grabaron en video toda su interacción con las corruptas autoridades universitarias que están al frente de la UNACAR y sirven al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Deslindan
La solución de la UNACAR no fue despedir a los profesores señalados ni tampoco sancionarlos. La solución para sofocar esta escandalosa y justa exigencia de justicia por las alumnas acosadas fue crear una comisión que atenderá las quejas.
Esta comisión dará vista a otra comisión y así sucesivamente, en un trámite que, como es costumbre en la UNACAR, se alargará meses y la escuela tendrá ‘bien ubicada’ a la alumna quejosa.
(Texto: Agustín Ferrer /
Fotos: Especial)