Los socios de la Cooperativa de Producción Ostionera “Los Tamarindos” actualmente están registrando pérdidas de seis mil pesos, aproximadamente, de forma semanal ante la contingencia del COVID-19, debido a que se encuentran prácticamente paralizados los restaurantes y coctelerías, así como el cierre de playas a bañistas, y la caída de la exportación del producto a otras entidades como Quintana Roo, mencionó Rafael Noble Uc, presidente de administración de esta Sociedad Cooperativa Ostionera.
Explicó que semanalmente en esta ostionera tienen que estar pagando cuatro mil 700 pesos al personal, a razón de mil 100 pesos de la renta de lancha, por tres días, 600 pesos por el lanchero, además de la gasolina y el hielo, todo esto suma aproximadamente nueve mil pesos, y de venta sólo registran dos mil 400 semanales, lo que significa que están trabajando con números rojos desde que inició la contingencia del COVID-19.
Mencionó que a pesar que los bancos de ostiones están siendo monitoreados de forma constante por la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Campeche (Copriscam), así como la planta, y que garantiza que los moluscos se encuentran libres de bacterias, y están aptas para el consumo humano.
Desplome de las ventas
“Desafortunadamente la pandemia de COVID-19 vino a afectar a todo el sector comercio y a nosotros nos está golpeando, porque no están trabajando los restaurantes de la Isla, las playas están cerradas, se canceló la Fiesta de Mar y esto ha provocado que las ventas bajen de forma considerable; antes se vendían hasta 20 bolsas de ostiones al día, actualmente no hay venta y los compradores de fuera que pedían hasta 100 bolsas de ostiones, como ejemplo Cancún, ha recortado el pedido, ahorita sólo están llevando 30 bolsas del molusco lo que significa que la exportación descendió en un 70 por ciento”, agregó el informante.
Dijo que esperan que toda esta contingencia pase y se normalice, porque está dañando a los productores, sobretodo porque vino a afectar el COVID-19 la temporada de Cuaresma, cuando se presentan altas ventas de ostiones, porque las personas llegaban a la planta de ostiones compraban las bolsas de los moluscos y los llevaban a la playa para preparar y comer, pero como las playas están cerradas, la gente no sale de su casa y el producto se está quedando en la nevera.
Apuntó que es muy lamentable lo que está sucediendo, porque como administrador de la ostionera, ya que no hay ganancia, sólo pérdidas, pues antes los ostioneros hacían cuatro viajes a los bancos ostrícolas por semana, hoy apenas están haciendo dos viajes y no venden el producto, pues no hay movimiento en los restaurantes ni en las playas, no sólo en Ciudad del Carmen, sino que en todo el País se encuentran paralizadas las actividades de vacaciones de Semana Santa.
(Texto y fotos: Fernando Kantún)