Por Romana Mora
TULUM, 26 de marzo.- A lo largo de los arenales y bajo los rayos del sol los turistas disfrutan de las playas, sentados, acostados o sumergidos en las cristalinas aguas del mar Caribe de Tulum, sin importarles que la pandemia del coronavirus arribó a Quintana Roo.
Y es que mientras unos se marchan del lugar, otros llegan, en el caso de los turistas andan en parejas, a pie, en bicicleta, moto o automóvil.
El movimiento prevalece en la zona costera del Parque Nacional Tulum (PNT), en donde las autoridades permiten el ingreso de nacionales y extranjeros que disfrutan de las aguas del mar del Caribe, muy distinto a la franja costera de “Punta Piedra”.
A pesar que desde el pasado lunes las actividades náuticas quedaron suspendidas, derivado de la pandemia COVID-19, hasta ahora, las autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales (Conanp), no han restringido el acceso al lugar.
Esto permite que en esa franja costera desde el tramo conocido como la “T” hasta la playa pública Santa Fe sea notorio el movimiento de visitantes, como de gente local que aún no toman las medidas preventivas; turistas extranjeros aún pernoctan en este destino turístico, que hoy se ve seriamente afectado por los estragos del COVID-19.
En este lugar aún se pueden llevar a cabo las actividades al aire libre, desde las 09:00 horas, como lo tienen estipulado las autoridades hasta las 17:00 horas. Los taxistas, ante la baja presencia de pasajeros en el centro de la ciudad, se mantienen en los sitios que les tienen designados, colindante a los accesos a las playas, en espera que algún visitante les solicite sus servicios, pero es eventual, sin embargo algunos son sustento a sus familias.
Como suele ocurrir, el sitio es vigilado por el personal de Protección Civil, Zofemat, y desde luego de la Conanp que se mantiene en el arco ubicado en el punto de la “T”, dando indicaciones a los visitantes.