Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 31 de marzo.- El que dos feligreses de la parroquia San José del Mar, estuviesen siendo analizados clínicamente por COVID-19 y hayan muerto de neumonía atípica en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no significa que en la iglesia se estuviese infectando la gente como algunas publicaciones citan en redes sociales, menciona Luis Felipe Trujillo, párroco de la capilla.
Al respecto comentó “las personas que fallecieron de nuestro querido Movimiento Familiar Cristiano, pues, estamos con sus familiares. Las fotografías que circulan (en redes sociales), son fotografías tomadas hace muchos meses, no están tomadas aquí en la parroquia San José del Mar, sino en las casas de ellos”.
Prosiguió diciendo “antes de que se manifestara este virus y esta pandemia, todos llevábamos nuestra vida normal, incluso, las clases y actividades empezaron a suspenderse hasta el 20 de marzo. Es verdad que aquí tuvimos nuestras fiestas patronales muy hermosas también asistidas. Tomamos todas las precauciones pero en aquel entonces no teníamos todas las orientaciones sanitarias que hoy tenemos, incluso, no se habían suspendido las clases. Entonces la última participación de estos hermanos nuestros que fallecieron fue el 16 de marzo”.
Recalcó que en esos tiempos, la comunidad desarrollaba su vida normal y que no se puede juzgar lo pasado con los criterios actuales, añadiendo “no podemos decir que haya habido un acto de desobediencia civil o de irresponsabilidad sanitaria, absolutamente no, por qué se reunían todos los grupos, las familias, ciertamente ya estábamos teniendo ciertas precauciones, alguna distancia, el uso del gel antibacterial, pero no con la insistencia que se ha estado dando a conocer en los últimos días”.
Dijo que ha platicado con las familias de las personas que fallecieron, y que ellos están “perfectamente bien y perfectamente sanas, están en sus casas. Yo hable directamente con el esposo y la esposa de nuestros hermanos, y están perfectamente bien sus familias, no han tenido ni siquiera un rasgo de calentura ni de gripa, ni siquiera un síntoma, están en sus viviendas”.
Un dato que aportó fue que “las reuniones con más de 50 personas apenas hoy fueron suspendidas en nuestro país, cuando en la iglesia católica desde el 19 de marzo las suspendimos todas. Entonces no hay ningún problema de contagio masivo si llevamos las medidas sanitarias que la autoridad competente en la materia nos está dando”.
Antes de finalizar recalcó que el COVID-19 no surgió en Cozumel, sino que fue importado y que la gente que labora en el turismo está expuesto “me parece que no podemos decir que aquí en nuestra comunidad y en nuestras parroquias se está difundiendo un virus que en primer lugar todavía no se ha comprobado, y en segundo lugar no tuvo su origen aquí y en tercer lugar no hubieron reuniones en las que hubiera sido posible la transmisión”.