Por Raimon Rosado
La Iglesia Católica de Quintana Roo vivió al anochecer de ayer una excepcional y a la vez singular celebración del Jueves Santo, la cual tuvo como magno escenario la réplica de la Capilla Sixtina del Vaticano, donde en solemne misa privada el obispo Pedro Pablo Elizondo Cárdenas realizó el lavatorio de pies a tres médicos, en reconocimiento a su esfuerzo y dedicación, durante la actual contingencia.
Tras realizar la procesión del Santísimo Sacramento por varias de las principales calles de Cancún, el máximo dirigente de la Iglesia Católica en Quintana Roo hizo su arribo al recinto a las 19:11 horas para encabezar la homilía de la Santa Cena del Señor.
Contrario a lo que se hubiera previsto, la réplica del majestuoso palacio apostólico vaticano lució prácticamente vacía, por la restricción de concentraciones masivas sólo se permitió el acceso a una veintena de personas, incluyendo representantes de medios de comunicación locales.
Al comienzo de esta ceremonia alusiva a la celebración de la Última Cena y Lavatorio de Pies, el obispo pidió por el eterno descanso del funcionario municipal de Benito Juárez, Antonio Meckler Aguilera, fallecido la mañana de ayer, así como por los doctores, enfermeras y enfermos que sufren por la actual pandemia.
A través de una decena de páginas de redes sociales y un canal de televisión local, los católicos, imposibilitados de asistir a los oficios religiosos de la Semana Santa, pudieron seguirla de manera puntual y así recibir de manera virtual la bendición obispal.
En su mensaje eucarístico, el jerarca dicesano afirmó que así como los 12 apóstoles estaban tristes, confundidos y temerosos por la próxima partida del Señor hacia el Padre, los quintanarroenses vivimos momentos de un sentir similar, que al igual que en aquel tiempo Cristo nos manifiesta su inmenso amor.
“Debemos permitir que con su amor y humildad nos lave el alma, la conciencia, la mente y el espíritu, del mismo modo en que sus discípulos lo permitieron”.
Seguidamente, tal y como lo refiere el pasaje bíblico, el obispo Pedro Pablo Elizondo lavó los pies a los doctores Gerardo Saucedo, Manuel Camacho y Berenice Chávez, quienes prestan sus servicios para la Secretaría de Salud estatal y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quienes representaron a los apóstoles de Cristo, en reconocimiento a la trascendental labor que en estos momentos desempeñan los trabajadores de la salud, en medio de la actual pandemia. Finalmente, el obispo realizó la bendición y custodia del Santísimo Sacramento.