Gran demanda de desinfectantes

Por Karina Carrión.

COZUMEL, 11 de abril.- Mascarilla de tela, cubre bocas, gel antibacterial, desinfectantes e incluso el  alcohol etílico, son productos que escasean en diferentes comercios porque de acuerdo con la recomendación sanitaria deben utilizarse para prevenir contagio del COVID-19

Edwin Zamora, propietario del único de los establecimientos de plásticos y productos desinfectantes señaló que ha permanecido abierto en la localidad, a pesar de la caída en ventas que tuvo su negocio ante el cierre de hoteles y restaurantes. Pero no cesado el servicio en su comercio porque se está teniendo demanda en algunos productos como los referidos en el primer párrafo.

Señaló que el gel antibacterial, guantes de látex, alcohol, así como cubre bocas, han estado en alta demanda e incluso han tenido que solicitar varios lotes más de éstos para poder atender el abasto a la comunidad cozumeleña que así se ha acercado a consumirlos. Destacó que mantienen en cumplimiento los estándares sanitarios que corresponden incluso dentro de las instalaciones para que entren de uno en uno los clientes no sin antes limpiarse las manos con gel antibacterial que mantienen en las entradas, dijo.

Sanitizantes y desinfectantes, incluso el pinol y el cloro, han sido otros de los productos que tienen gran demanda en cantidad, ya que al no venderse los galones a los hoteles, éstos son adquiridos por algunas familias y lo están dividiendo entre los diversos miembros de éstas.

Incluso aseguró el entrevistado que la variedad en precios se mantienen accesibles, aunque en este fin de semana esperan recibir más cubre bocas que escasean semanalmente.

Por referir ejemplos, el litro del gel antibacterial se mantiene en cien pesos, mientras que el cloro de litro tiene un precio de 13 pesos, lo que ha generado que las familias acudan a comprar de a varios litros al igual que los sanitizantes de áreas, concentrado y biodegradable que se mantiene en cien pesos, éste último servible para oficinas e incluso para hogares donde las personas todavía tienen que salir a laborar y al retornar pueden hacer uso de éste sin que se genere reacción secundaria alguna.