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Quintana Roo

Por Gabriel E. Manzanilla

CHETUMAL, 12 de abril.- El estado de Quintana Roo vive una gran apatía legislativa en su peor crisis, mientras que personal médico y de enfermería, policías y demás autoridades enfrentan al coronavirus COVID-19, en el Congreso local sus diputados se resisten a sesionar y no quieren apoyar en esta emergencia sanitaria.

Así lo señaló el presidente del Observatorio Legislativo de Quintana Roo, Eduardo Galaviz Ibarra, quien dijo que las actividades legislativas están consideradas como esenciales y son hasta vitales en estos tiempos de crisis, de acuerdo con la declaratoria de emergencia sanitaria emitida por el Consejo de Salubridad General; pero a pesar de ello la XVI Legislatura se niega a trabajar desde el pasado 18 de marzo, fecha en que una minoría de diputados decidieron cerrar el Congreso bajo el argumento de que no querían contagiarse del coronavirus COVID-19.

Galaviz Ibarra dijo que hoy más que nunca los quintanarroenses necesitan la ayuda de sus diputadas y diputados locales, especialmente para aquellas personas que están arriesgando su salud, que incluye a los del ramo de la medicina, de Seguridad Pública, personal de Protección Civil, de Servicios Públicos, así como demás autoridades que con limitados recursos y herramientas insuficientes están enfrentando la pandemia del coronavirus COVID-19.

Explicó que el Congreso de Quintana Roo es uno de los más caros a nivel nacional, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), teniendo un presupuesto creciente desde el 2016, año en el que la XIV Legislatura se asignó 340.7 millones de pesos; luego en 2017, que fue el primer año de la XV Legislatura, sus integrantes se aumentaron el presupuesto hasta 435.8 millones, lo que representa un incremento de casi 100 millones de pesos adicionales.

En 2018 el Congreso local volvió a subir su presupuesto para dejarlo en 468.8 millones, mientras que para 2019 se mantuvo sin gran variación, pero en este 2020, que corresponde al primer año de la actual XVI Legislatura, los nuevos diputados volvieron a subirse el presupuesto alcanzando los 485.6 millones de pesos.

Además de la gran cantidad de recursos que tiene a su disposición el Congreso de Quintana Roo, la XVI Legislatura se está ahorrando por lo menos unos 20 millones de pesos de manera mensual, explicó Galaviz Ibarra, ya que este recurso corresponde a los gastos operativos del Congreso, pero que ahora no se están ejerciendo porque desde hace casi un mes sus puertas se mantienen cerrradas y el trabajo legislativo está detenido.

“Existe una propuesta para destinar mensualmente 6.2 millones de pesos del presupuesto del Congreso, lo que servirá para apoyo alimentario a familias que lo necesiten y para abastecer de material e insumos médicos a los hospitales del estado; sin embargo, la apatía legislativa ha impedido hacerlo una realidad, porque se necesita que los diputados sesionen y aprueben las modificaciones presupuestales conducentes para redireccionar este recurso a las áreas que lo necesiten”, manifestó Galaviz Ibarra.

De la misma manera, dijo que existen dependencias que han recibido un ingente y ascedente presupuesto en los últimos años, pero por la actual emergencia de salud no están operando y no requieren de tanto recurso, el cual puede redireccionarse al sector salud y otras áreas que sí lo necesitan.

Puso de ejemplo a la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq), que en 2017 tuvo un presupuesto de 34.3 millones de pesos, pero a la fecha se lo han incrementado en 10 veces más, sin que exista una necesidad apremiante de hacerlo, con lo que ha quedado con 307 millones de pesos para este 2020.

“La Cojudeq difícilmente podrá ejercer tanto dinero, ya que la emergencia sanitaria va para largo y este año no podrán realizar ningún evento deportivo. Yo creo que es necesario plantear la imperiosa necesidad de redireccionar el recurso de ésta y otras dependencias que no lo están requieriendo para darlo a aquellas áreas que en verdad lo necesitan, pero para hacer esto posible nuevamente se necesita que nuestros diputados se dignen a trabajar”, concluyó Galaviz Ibarra.

Finalmente, el presidente del Observatorio Legislativo mencionó que esta apatía legislativa puede tener como trasfondo la disputa por el poder del Congreso de Quintana Roo, ya que reactivar las sesiones de la XVI Legislatura implicaría un cambio en la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), lo cual un grupo de diputados no quieren que esto suceda, aunque ello implique paralizar la labor legislativa y afectar a todo Quintana Roo en estos tiempos de crisis.

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