Por Luis Enrique Cauich
PUERTO DE CHIQUILÁ, QUINTANA ROO, 19 de abril.- Como pueblo fantasma se mantiene el puerto de Chiquilá, considerado la entrada al paraíso Holbox, a causa del blindaje que han realizado los pobladores y autoridades para evitar la llegada del coronavirus, el cual ha paralizado las actividades, entre ellas, las turísticas.
El puerto era el paso de más de 3 mil turistas que diariamente llegaban a Holbox en las temporadas turísticas, a excepción de esta Semana Santa en la que toda actividad quedó suspendida y los habitantes cerraron el paso a los visitantes nacionales y extranjeros a causa de la pandemia.
Ante la falta de visitantes, la cancelación de actividades turísticas y el cierre obligado que han realizado los pobladores, los lancheros turísticos no pueden ofrecer sus recorridos clásicos a zonas turísticas como el Ojo de Agua Yalahau, considerado la fuente de la eterna juventud.
La Isla de los Pajaros, la Isla Pasión y la Zona de Punta Cocos en la isla de Holbox, que formaban parte del recorrido clásico denominado las 3 islas y que tenía un costo de entre 400 y 600 pesos por persona, a decir de los prestadores de servicios náuticos que añoran las temporadas de vacaciones, que se vieron interrumpidas por el COVID-19.
Los náuticos consideraron que existe una falta de coordinación entre las autoridades municipales y estatales, porque no han llegado a la zona para reunirse, al menos con los representantes de las cooperativas turísticas y plantear algún programa o apoyo emergente o escuchar las necesidades.
Sus recursos, los invirtieron para equipar y darle mantenimiento a sus lanchas y sacar permisos o tener lista la documentación para los permisos del tiburón ballena y ahora se han agotado los ahorros y por ser considerados lancheros turísticos y ganar bien en las vacaciones, a varios no se les considero en apoyos de despensa que se regalaba de casa en casa a los mas vulnerables.