Ante la pandemia del COVID-19 algunos comedores comunitarios se vieron en la necesidad de cerrar debido a la falta de recursos y a su vez para no exponer a los voluntarios que apoyan estos centros.
Este comedor funcionaba debido a la buena voluntad de las personas que hacían posible el que continuara laborando este comedor para ir sosteniendo esta pastoral social que realizan algunas parroquias; sin embargo, debido a la contingencia sanitaria se tuvo que suspender.
En los comedores de Caritas, quienes ya llevan varios años apoyando a personas vulnerables, durante este último año había aumentado la afluencia de personas y aproximadamente se registran asistencias de alrededor de 60 a 100 personas diariamente.
Las personas alimentadas en estos comedores eran personas vulnerables, en situación de calle o sin algún empleo; hombres, mujeres y niños, por lo que no se ha podido proveerles alimentos por falta de apoyo.
(Texto y fotos: Irene Barradas)