La franca fase 3 de la pandemia de COVID-19 a nivel local ha llevado al reforzamiento de medidas preventivas y de mitigación en diversos espacios, incluido el CERESO de Carmen, donde al igual que en diversos centros de reclusión el riesgo de brotes es latente por la naturaleza de estos espacios con carencias de comida, agua, jabón y medicamentos.
Las precarias condiciones de vida en los centros penitenciarios son cuestiones que dan la pauta para una mayor facilidad de transmisión de enfermedad como lo es el COVID-19; Las recomendaciones oficiales indican mantener una sana distancia evitando aglomeraciones en espacios cerrados o abiertos y lavado constante de manos.
A partir de esta semana trascendió la cancelación de visitas a los reclusos del Cereso en Carmen como medida de mitigación para evitar contagios a raíz de visitas, presuntamente esta medida sería drástica al suspender las visitas durante cuatro meses, cuestión que ha levantado descontento entre la población penitenciaria y sus familiares que tenían la oportunidad de verlos cada jueves y domingo de 09:00 a 16:00 horas.
Cabe destacar que en medio de la emergencia sanitaria fue aprobada la Ley de Amnistía ante la crisis que se prevé en las cárceles del País por el COVID-19, con la cual se podrían beneficiar a reclusos con delitos imputados por aborto, contra la salud y homicidio en condiciones específicas, aunque únicamente dirigido hacia las personas procesadas en el sistema penal federal en los CEFERESOS y no para quiénes llevaran un proceso en los sistemas locales y terminan en algún CERESO.
(Texto: Emmanuel Sansores /
Foto: Carlos López)