Quintana Roo

Sembrando Vida sigue brindando apoyo

Por Lusio Kauil

 

JOSÉ MARÍA MORELOS, 30 de abril.- El programa Sembrando Vida ha beneficiado desde su arranque en marzo del año pasado, a 29 comunidades del municipio, así como a unos mil productores rurales, y este año se prevé duplicar esa cantidad.

Los beneficiarios, según comentó en su oportunidad el señor Benjamín Serralta Nic, han venido cobrando de manera puntual el apoyo, que es de 5 mil pesos.

El año pasado, dijo, sedistribuyeron a los productores integrados al programa federal 326 mil plantas forestales entre ellos, caoba, ciricote, ramón y cedro rojo ychacte viga.

Cada productor beneficiario, según dio a conocer en su momento elseñor Hilario Justino Caamal Canché, facilitador del programa en el municipio, tiene habilitada como parcela, 2. 5 hectáreas de tierras para su cultivo.

Entre los ejidos beneficiarios del programa, en el municipio, se encuentra San Felipe Segundo, La Reforma, Puerto Arturo, Bulukax, Kilómetro Cincuenta, Naranjal, Dos Aguadas, Othón Pompeyo Blanco y Sabán, Santa Gertrudis.

En esos lugares, la gente habilitó tierras ya biodegradadas por quemas y cultivos para sembrar aparte del maíz y hortalizas, también árboles frutales como cítricos, mango, achiote y aguacate.

Muchos productores han trabajado de manera intensiva sus parcelas, incluso, en sus propios ejidos ya tienen habilitadaspara la reproducción plantas paracultivar, una vez que inicie la lluvia como se pudo ver ayer en San Felipe Segundo.

Sin embargo, también hay productores integrados al programa Sembrando Vida que no se ha visto que estén trabajando sus parcelas. Por la zona de La Candelaria, muchas parcelas están lóbregas y no se ve que ningún tipo de sembradíos.

Un campesino de la zona de la Candelaria que se identificó como como Leonardo Chan dijo que las personas que no están trabajando sus parcelas, deben ser eliminadas del programa este año para que se beneficie a otros productores que sí tienen ganas de trabajar.

Indicó que es mucho dinero que reciben para no trabajar sus parcelas, y esas personas, aunque les den millones, no las van a trabajar porque no están acostumbradas a realizar tareas del campo, sino solamente a gastar el dinero.