Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 15 de mayo. – Todo el sector comercial, sin excepciones, resiente la variación del dólar estadounidense frente al peso mexicano, si bien es atractivo para los turistas, también afecta a los comerciantes para adquisición de productos, pago de rentas, y será hasta finales de año cuando se vea una cierta estabilidad, mencionó Eduardo Morales Rivas, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Cozumel.
La variación cambiaria entre ambas monedas siempre ha favorecido al viajero norteamericano, principal mercado turístico de Cozumel, y ahora no es la excepción, pues Eduardo Morales Rivas, ratificó que “definitivamente para los turistas será mucho más atractivo que el dólar americano tenga mayor valor que el peso mexicano”.
No obstante, aclara que la reactivación económica, será paso a paso y por la información que manejan los gobiernos, el turismo será el último rubro en reactivarse cuando el COVID-19 ya no represente un riesgo.
Desde su perspectiva, Morales Rivas consideró un mejor panorama si hubiera estabilidad en el tema de divisas, “esperemos que no siga fluyendo más, esperamos que a finales de año tienda a normalizarse, y que sea más estable”.
Confirmó que todo el sector comercial está resintiendo la volatilidad; en mayor medida el sector enfocado a la adquisición de productos de importación, pero al surgir estos efectos cambiarios, “se tratará de contenerlo para no generar alzas”.
El líder de la Cámara Comercial en Cozumel detalló que todo el sector comercial ligado al turismo está “sufriendo” y obviamente resienten los efectos del aumento del dólar, quedando obligados a reestablecerse paulatinamente, sobre todo porque ante la pandemia “no se llegará a los números que se tenían previstos” aunado a que la estabilidad llegará con “una nueva forma de hacer negocios”.
Dentro del engranaje económico comercial de Cozumel, el alza del dólar repercute en casi todo el sector comercial de diversos giros, ya que existen varios o la mayor parte de comerciantes del sector turismo, que alquilan locales con precios en dólares, que ante la disparidad, les eleva los costos de gasto operativo en precios mexicanos.