Lida Ruiz Hernández, trabajadora petrolera, confirmó y denunció complicidad entre las autoridades del Hospital de Petróleos Mexicanos (Pemex) coludidos con Roberto Murillo Uscanga, quien sacó a la fuerza a una mujer familiar suyo con positivo de Covid-19 en una ambulancia particular para llevarla a Mérida, Yucatán, este martes en la Isla.
“Al parecer fue vía terrestre -refiriéndose al traslado de la mujer, familiar de Murillo Uscanga, secretario de Trabajo de la Sección 47-; reprobable la acción, completamente, lo que es una arbitrariedad porque pone en riesgo al familiar que ya va infectado y la vida de las demás personas”.
Ruiz Hernández también confirmó que Murillo Uscanga forma parte de los funcionarios que gozan con la venia de Víctor Kidnie de la Cruz, que aunque no es secretario general de la Sección 47, aún tiene poder sobre la industria.
Nosotros sabemos que los médicos tienen que hacer hasta lo imposible para poder salvar una vida, que no son las condiciones adecuadas, pues bueno, también lo sabemos y lo tenemos de conocimiento, pero no puedes estar exponiendo la vida de las demás personas, caes en un delito y no puede seguir pasando, agregó Ruiz Hernández.
“Debemos ser conscientes y responsables de la situación que se nos está presentando porque no nada más fue a esta persona, es a nivel mundial”.
“Especiales” de adorno
La trabajadora petrolera reiteró que es evidente la confabulación, ya que nadie –que no tenga poder- puede irrumpir en el Hospital de Pemex, donde justo a un costado está un puesto de control de los “Especiales”, el grupo especial de seguridad militar armado de Pemex con capacidad de reacción para salvaguardar la integridad de las instalaciones y de los trabajadores, en el caso del nosocomio y del personal médico, también.
Realmente se puede acusar a la persona encargada de llevar el control del paciente en ese momento y, como segundo plano, por supuesto que al director del Hospital por permitirlo, agregó Ruiz Hernández.
No hay apoyo
del Sindicato
Además, la trabajadora de Pemex aseguró que los empleados no están protegidos por el Sindicato porque los funcionarios, aunque en redes sociales y grupos de ‘Wapp’ ofrecen total respaldo, al tratar se comunicarse con ellos nunca contestan los mensajes ni las llamadas.
“Estamos completamente solos, los funcionarios sindicales siguen sin contestar los teléfonos, aunque sacaron su ‘desplegadito’ estúpido y quieren seguirse burlando del trabajador”.
En definitiva no contestan, ellos siguen utilizando al amigo, al compadre, al camarada, a ese sí le contestan, a los demás que no lo son, no, concluyó Ruiz Hernández.
(Texto y foto: Agustín Ferrer)