Por Raimon Rosado
Con sentimientos de tristeza, miedo y coraje a cuestas, la enfermera operativa Josefina Villalobos, que el pasado 2 de mayo perdió a su esposo, el médico Feliciano Sánchez Silva, quien se convirtió en el tercer médico de un total de seis hasta ahora, en perder la vida a causa del COVID-19, tuvo que retornar ayer a sus labores en el Hospital General de Cancún, pese al riesgo de contraer la enfermedad que le arrebató la vida a su esposo, quien según dijo, no recibió atención médica oportuna, pese a ser trabajador del sector Salud estatal.
La enfermera afirmó retornar a sus labores con miedo a contraer COVID-19, al no ser provista, al ig8ual que muchos de sus compañeros, de los insumos de protección necesarios, lo que los coloca en gran vulnerabilidad a enfermarse.
Con lágrimas en los ojos relató cómo fue el difícil proceso en el que su esposo, perdió la vida tras contagiarse del coronavirus, luego de tener contacto con varios pacientes, como parte de su trabajo, al encontrarse asignado al Centro de Salud Número Seis, perteneciente a la Jurisdicción Sanitaria Número Dos de la Secretaría de Saud de Quintan Roo, además de acudir a revisar enfermos al Hospital General de Cancún.
“Él estuvo en contacto con unos pacientes infectados, no sólo una, tal vez dos o tres veces. Desafortunadamente él era diabético, era hipertenso; tenía factores de riesgo además de obesidad”, indicó la hoy viuda.
Dijo que una semana antes de morir, cuando ya presentaba los primeros síntomas del COVID-19, acudió al Hospital General en busca de que le realizaran la prueba para determinar si en efecto había contraído la enfermedad. Sin embargo, pese a ser médico de la Secretaría de Salud estatal, la posibilidad le fue negada, porque a criterio del personal que lo atendió, no presentaba síntomas que determinaran tal contagio.
Indicó que por ser trabajador estatal, y tener derecho a recibir atención médica en el Issste, acudió a su respectiva clínica, donde también le negaron dicha prueba.
Por ello, se mantuvo varios días en aislamiento social, hasta que dos días antes de perder la vida, su estado de salud se agravó al tener mayor dificultad para respirar, siendo internado en el área para pacientes COVID, del Hospital General “Jesús Kumate”, donde , finalmente falleció el sábado 2 de mayo.
Además del doctor Sánchez Silva, otros cinco galenos y dos empleados administrativos de instancias de salud federales y estatales han perdido la vida a causa del coronavirus, siendo el primero de ellos, el doctor Francisco Brito Barrera, adscrito al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMS) en Benito Juárez, quien falleció el día 26 de abril, seguido de Juan Rafael Tirado Moreno de la Secretaría de Salud, también de Benito Juárez, quien perdió la vida el 28 de abril.
César Ramírez Hernández, de la Secretaría de Salud, en Playa del Carmen, perdió la vida el día 4 de mayo y Ezequiel Hernández Ortega, quien laboraba en el IMMS y Hospital General de Cancún, falleció el 11 de mayo, mismo día en el que murió el médico Fidel Fernández Adán, de la Jurisdicción Sanitaria Dos, de la Secretaría de Salud estatal, seguido de Roberto Guerrero Guevara del IMSS, qu8ien perdió la vida el pasado 14 de mayo.