Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 27 de mayo.- Denominado como Nuevo Bacalar, el ejido Aarón Merino Fernández se prepara para presentar un proyecto de desarrollo sustentable que será complementario a la obra federal del Tren Maya y que consistirá en una ciudad colindante con la de Bacalar Pueblo Mágico que incluirá desarrollos habitacionales, turísticos y de servicios.
Así lo dio a conocer el presidente del comisariado ejidal de Aarón Merino, Juan Manuel Herrera, quien celebró la visita a Quintana Roo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que como parte de su gira llegará a la ciudad de Cancún a finales del presente mes o principios de junio, donde dará el banderazo de inicio de los trabajos del Tren Maya.
Juan Manuel Herrera dijo que la obra del Tren Maya traerá grandes beneficios económicos, turísticos, de inversiones y de empleos para el sur de Quintana Roo, los cuales se tendrán durante su construcción y posterior a ello, por lo que su ejido ya ha alzado la mano para participar y ser parte del proyecto.
“Estamos desarrollando un proyecto de desarrollo sustentable que será complementario al Tren Maya, al que nosotros hemos denominado como ‘Nuevo Bacalar’, y que básicamente consiste en una ciudad que estará colindante a la de Bacalar Pueblo Mágico, tendrá complejos habitacionales, turísticos y de servicios; así como escuelas, parques, espacios recreativos, entre todo lo necesario para el desarrollo económico de la región, pero con un enfoque de cuidado al medio ambiente”, explicó Juan Manuel Herrera.
“Para este proyecto el ejido Aarón Merino dispone de unas tres mil hectáreas que está dispuesto a donar para la construcción y obras complementarias del Tren Maya, ya sea que participemos como socios, entreguemos nuestras tierras en comodato o incluso por la vía de la expropiación. Nosotros estamos en la total disposición de trabajar con el gobierno federal y las autoridades a cargo de la obra”, agregó.
Lo novedoso de esto, indicó el comisario ejidal, es que será un proyecto sustentable que se edificará con altos estándares internacionales de preservación, protección y cuidado del medio ambiente, sobre todo irá de la mano con el cuidado de la Laguna de los 7 Colores.
“Todas las construcciones deberán cumplir con cierta separación una de otra, además se está analizando hacerlas a desnivel del suelo, ya que esto ayudará con la purificación y limpieza del terreno cada que llueva, permitiendo que el subsuelo absorba el agua y evitando que ésta se acumule y sea arrastrada hasta desembocar en la laguna” expresó Juan Manuel Herrera.
Mencionó que la ciudad de Bacalar no está construida con un enfoque sustentable, además que por muchos años ha carecido de un Programa de Ordenamiento Ecológico (POEL) y de Desarrollo Urbano (PDU), lo que ha conllevado a un grave problema ambiental de crecimiento saturado y descontrolado.
“Tan sólo cuando llueve, como la ciudad está amontonada y no se le permite ‘respirar’, pues toda el agua de lluvia sigue su cauce hasta llegar a la laguna, pero durante su recorrido arrastra todo tipo de basura industrial, turística, producto de la agricultura, entre otra gran cantidad de residuos sólidos y urbanos que finalmente caen y contaminan el sistema lagunar. Eso es precisamente lo que se quiere evitar con el desarrollo a futuro de la región”, concluyó Juan Manuel Herrera.