De la Redacción
Ciudadanos de Cancún aprovecharán la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador este lunes en la ciudad, para hacerle llegar la petición formal de un juicio de lesividad por las irregularidades que han detectado en el otorgamiento de permisos municipales para la construcción de los hoteles Gran Solaris, Grand Island Cancún y Riviera Cancún, éste último de la cadena española Riu, los cuales suman 4 mil 29 habitaciones.
El documento fue redactado por Aracely Domínguez del grupo ambientalista GEMA, así como por otros 13 ciudadanos, más los que con su firma se sumen a la petición, los cuales nombraron a Gerardo Solís Barreto como representante legal.
La solicitud está centrada en que el presidente ordene al titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Toledo, que instruya a la dirección general de Impacto y Riesgo Ambiental a promover juicio de lesividad en contra de la resolución Oficio Número S.G.P.A./DGIRA/DG/08730 de fecha 18 de diciembre de 2015, emitida por dicha área, la cual sirvió para la emisión Licencia de Construcción identificada con el número 76231 folio 4306/19 Tipo Obra Nueva y Obra Exterior con vigencia del 8 de enero de 2020 al 8 de enero de 2022, autorizada el día 8 de enero de 2020 a favor de la persona moral denominada “MX RIUSA II, S.A. DE C.V.” con la cual fue autorizada la construcción del proyecto Hotel Riviera Cancún.
Un juicio de lesividad es un recurso legal que pueden usar las autoridades administrativas para revertir una resolución emitida por ellas mismas a favor de un particular, que considera contraria a la ley y causa perjuicio al estado.
Así como a la Delegación Federal en Quintana Roo de la Semarnat, para que promueva el mismo recurso legal contra de la resolución contenida en el oficio número el oficio 04/SGA/1430/19-03096, por el cual se autorizó en materia de impacto ambiental proyecto denominado “Hotel Grand Island Cancún” que pretenden desarrollar en la Zona Hotelera de Cancún.
También, piden juicio de lesividad contra el resolutivo en materia de impacto ambiental, emitido con número de oficio 04/SGA/1019/17 de fecha de 07 de julio de 2017, relativo al proyecto “Gran Solaris” con clave 23QR2016TD115.
Hotel Riviera Cancún
Entre los argumentos que los ciudadanos externaron para solicitar el juicio de lesividad, está que las autoridades municipales correspondientes al emitir la Licencia de Construcción Tipo Obra Nueva y Obra Exterior Número 76231 omitió tomar en consideración que por la ubicación del inmueble y características del proyecto de edificación, es necesario que el promovente contara con una seria de constancias, anuencias, permisos, autorizaciones previas para obtener la autorización.
Entre ellas está la autorización en materia de evaluación del impacto ambiental que expide el Instituto de Impacto y Riesgo Ambiental del Estado y/o la Secretaria de Ecología y Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo; la “Constancia de Compatibilidad Urbanística Estatal” que expide la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable del Gobierno del Estado de Quintana Roo.
También la factibilidad de los servicios de agua potable y drenaje sanitario, así como el permiso para descarga de aguas residuales que expide la Comisión Nacional del Agua provenientes de la instalación y operación de la planta desalinizadora; el título de Concesión para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales que para tal efecto expide la Comisión Nacional del Agua.
Además de que el Uso de Suelo TH/20/Q del predio en el que pretenden desarrolla el hotel únicamente permite una densidad neta de 270 cuartos por hectárea, por lo que las pretendidas 530 habitaciones no son las que permite la ley y que fueron autorizadas en la licencia de construcción.
Grand Island Cancún
Los quejosos explicaron en el documento de solicitud de juicio de lesividad que en este proyecto, planeado para construirse a la altura del kilómetro 15 de la Zona Hotelera, del lado de la laguna, y que contará con 3 mil habitaciones, en la evaluación de la manifestación de impacto ambiental la Semarnat omitió tomar en consideración que, habría aumento en el flujo vehicular, la autoridad no confirmo con CAPA o la concesionaria Aguakan su capacidad para dar tratamiento al agua residual que será generada, así como del abastecimiento de agua.
Además no contempló un cuerpo de agua intermitente al interior del predio, que se alimenta del agua pluvial, que la obra interrumpirá los procesos biológicos y eliminará los servicios ambientales que presta dicho cuerpo de agua.
Los ciudadanos explicaron que tampoco cumplen con una serie de lineamientos del Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Municipio de Benito Juárez.
Aseguraron que los promoventes, sin autorización, rellenaron áreas no autorizadas en resolutivos anteriores, que eliminó vegetación de manglar, por lo que no puede desvincularse de su origen violatorio de la legislación ambiental, que el daño no se reparó por lo que dicho impacto ambiental es de orden continuo.
Gran Solaris Cancún
Tras un análisis del resolutivo emitido por la delegación de la Semarnat el 7 de julio del 2017, referente al proyecto que empezó a construirse en un terreno aledaño a Playa Delfines, una de las pocas ventanas al mar que tiene Cancún, hallaron inconsistencias como el que el sitio corresponde a un sitio desmontado desde antes del 2005 sin que se aclarará desde cuando se realizó la remoción de la vegetación, y sin que se compruebe que se encuentra autorizada en materia de impacto ambiental.
Además Semarnat señaló la existencia de un muro, sin que éste se justifique o se muestre la autorización para su construcción; la densidad del proyecto fue calculada con base a la superficie total del predio y no en la que tiene uso de suelo turístico de densidad media y a la que le corresponden 422 cuartos, no los 450 que pretenden hacer; incluso especifican que el proyecto no respeta las restricciones laterales ni la frontal.
Sobre los requerimientos de servicios públicos, el proyecto se limita a decir que la zona ya se encuentra urbanizada, pero no cuantificaron la demanda diaria de agua potable, descargas a la red de drenaje sanitario, necesidad de energía eléctrica.
En su estudio de impacto ambiental el promovente dice que el predio carece de vegetación desde hace 17 años, aunque en las imágenes presentadas muestran que la cubierta vegetal ha ido recuperándose.