La falta de trabajo, las pocas ventas, en fin, la crisis que padecen en su mayoría ciudadanos, los han orillado a empeñar sus objetos de valor, personales y electrodomésticos, ante la falta de dinero, las deudas, los pagos y la compra de alimentos para la familia, no han te nido más remedio que acudir a las casas de empeño.
Estas tiendas, pese a que no venden productos esenciales, deberían de estar cerradas por indicación de la autoridad, pero no han querido cerrar sus puertas y se han mantenido, ahora las casas de empeño comienzan a reflejar más afluencia de clientes.
La falta de trabajo en la comunidad, ha orillado a tener que llevar sus objetos que con tanto sacrificio les ha costado obtener, pero en estos tiempos nadie te presta dinero sin nada a cambio, y menos si no cuentas con un trabajo que te respalde, ciudadanos se ven en la penosa necesidad de acudir a estas casas de empeños para dejar sus objetos y obtener dinero a cambio, para solventar sus necesidades y las de sus familias.
Cada ama de casa, cada padre de familia que entra a estos lugares, tienen una historia, una necesidad, por lo que sin encontrar otra salida, en las últimas semanas se ha registrado gran cantidad de clientes y seguirán creciendo en la Isla por la falta de trabajo, situación en que se encuentra la mayoría de personas que se encuentran desempleadas, debido al cierre de muchas tiendas y comercios.
Objetos entre los más comunes, cadenas, pulseras, anillos, aretes de oro; aparatos electrónicos, como videojuegos, relojes, computadoras, pantallas, celulares, entro otros. En ocasiones ya lo dan por perdido, debido a las grandes comisiones que aplican estas tiendas, algunas de sus comisiones aplican en pagos semanales y quincenales, por lo que muchos clientes optan por dejarlos ahí y no recuperarlos más.
(Texto y foto: Patricia Gómez)