Por Salvador Canto
Entre 450 y 500 raciones de comida diarias, son repartidas de manera gratuita por comerciantes legalmente establecidos de la zona de El Parian en la ciudad de Cancún, que a pesar de que no laboran a consecuencia de la pandemia del COVID-19, afirman que “hoy es momento de ayudar, mucha gente tiene hambre, no hay trabajo y sabemos que la situación cada día se pone peor”.
Pese a ser una zona de riesgo, todos los días se forman largas filas de trabajadores de la construcción que no tienen empleo, hombres por un lado y mujeres con niños del otro, pues la idea es que todos puedan recibir un plato de alimento.
Por Esto! de Quintana Roo, platicó con el señor Ricardo Villalva, dueño de la zapatería Villalva-Vidal de la zona que es una de las personas altruistas y que con recursos propios y apoyo de algunos amigos, ha estado regalando comida a las personas.
“Tenemos como meta entregar por lo menos 300 raciones diarias, pero muchas veces no nos alcanzan los productos que tenemos, hay unos amigos que nos apoyan con tortillas, verduras, agua y es como logramos ayudar a la gente que lo necesita”, platicó.
Destacó que “Dios ha sido bondadoso con nosotros, nos permite comer tres veces al día, pero he visto niños que no comen al día y entonces, debido a eso dije voy a organizarme con los cuates y vamos a emplear recursos propios porque no recibimos nada del gobierno”.
Aclaró que la entrega de comida afuera de su local, comenzó esta semana, pues antes lo hacía en regiones y distintos puntos de la ciudad pero “la verdad es más desgaste, además la gasolina y se complica más, por eso decidimos hacerlo aquí afuera del negocio, que está cerrado para venta de los productos, sólo venimos para entregar la comida a la gente que lo necesita”.
Se pudo observar que afuera de la zapatería, donde actualmente todos los negocios siguen cerrados, había una enorme fila con más de 100 personas (hombres) y del otro lado, una más pequeña para mujeres con niños y personas de la tercera edad.
La mayoría de las personas, lleva su traste para la comida y aguas, pero quien no lo hace, le proporcionan algunos desechables.
“Ahorita por ejemplo, se nos terminó el gas y sufrimos para comprar cucharitas y platos, pero a pesar de eso cumplimos; mañana quién sabe, ya lo dejamos en manos de Dios”, aclaró.
Sostuvo que hoy es momento de ayudar, pues “mucha gente está sin empleo y quieren un plato de comida”.
Pese a esta labor altruista, denunció que el pasado martes “fuimos hostigados por la Policía Estatal porque la Policía Municipal ha venido y ellos incluso nos ayudan a coordinar a que la gente se forme, guarde su distancia, tenga sus cubrebocas, pero la Policía Estatal vino a querer clausurar mi negocio, lo cual no le permitimos porque en primer lugar no estoy vendiendo y en todo caso, si me van a clausurar, que sea por regalar comida, lo cual no veo que sea un delito”.
Por otro lado, a 500 metros de este punto de entrega de alimentos, se pudo encontrar otro más donde también había gente formada y una persona que los coordinaba, explicó que diario regalan entre 200 y 250 raciones para la gente que se acerca porque se quedó sin recursos, sin empleo a causa de la pandemia y no tienen para comer.