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Quintana Roo

Gobierno de Quintana Roo no transparenta gastos por COVID-19

Para la reconversión e instalación de hospitales móviles en Quintana Roo , compra de insumos y apoyo a la población para atender la emergencia sanitaria, el Gobierno del Estado informó que invirtieron 500 millones de pesos; sin embargo, no hay detalles en relación a cuánto se destinó específicamente a las unidades médicas temporales,  así como en su equipamiento; en el caso de Cancún sólo una se encuentra en operaciones y la segunda aún se está habilitando, informaron trabajadores del Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez”.

De acuerdo a la página de la unidad de transparencia de la Secretaría de Salud (SESA), la información sobre las adquisiciones, inversiones y licitaciones relacionadas con el COVID-19 están marcadas como “no aplicables”, es decir no se tiene información pública; el único vínculo de acceso a datos relacionados al gasto realizado por la pandemia fueron colgados en el micrositio COVID-19 del Comité de Participación Ciudadana (CPC); ahí desglosan la compra, renta de equipo e insumos.

Meten presión pero los datos fluyen lento

Sin embargo, tampoco en esa plataforma tienen datos relacionados a las unidades móviles, y según Raúl Cácero Carenzo, integrante del CPC, la SESA está obligada por ley a informar acerca de la inversión de los hospitales y la reconversión, por lo que, al no hacerlo, cae en un acto de opacidad.

“A través del micrositio COVID-19 hemos presionado para que se libere la información. La SESA ha colgado ya varios archivos en relación a los gastos ejercidos durante la emergencia sanitaria, esperemos que en el próximo informe venga el concentrado de esa inversión de los hospitales móviles; de lo contrario se puede acudir al órgano garante”, dijo.

La única información referente a las unidades médicas móviles son datos que se encuentran en la página oficial del gobierno del estado (www.qroo.gob.mx ) que refiere una inversión global para la atención de la emergencia sanitaria, de 500 millones de pesos.

Ahí también hace referencia al apoyo del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi ), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena ) y los gobiernos municipales; el recurso según el mandatario estatal Carlos Joaquín González , se distribuyó mayormente en la zona norte de la entidad.

No todo funciona en los hospitales

Con la extensión hospitalaria que realizaron en Benito Juárez en el Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez ”, se pasó de 180 camas a 250, pero de estas sólo están en funcionamiento 200, dado que falta por habilitar la tercera unidad móvil, indicó la enfermera M.D.R.

El hospital aún no se ha terminado en su totalidad; es decir, que el sistema de salud sólo atiende pacientes con COVID-19 en el edificio central.

En cuanto a las dos primeras unidades, una es para la atención de primer contacto y la segunda se encarga de las enfermedades y patologías no relacionadas a la pandemia.

Mientras tanto, con la extensión médica en Playa del Carmen hay 190 camas, pero sólo ocupan 130, ante la falta de personal, dijo el médico B.R.T.

En el caso de Cozumel , cuya conversión permitió pasar de 57 a 77 camas, es el único que tiene un monto de inversión, que asciende a siete millones de pesos; la información la dio a conocer Carlos Joaquín el 21 de  mayo. Ahí, tienen disponibles 16 médicos generales y 25 elementos de enfermería; se dotó de equipo, pero no se especifica qué tipo.

En cuanto a la reconversión del Hospital Comunitario de Tulum , cuya operación está a cargo de la Sedena, cuenta con 30 camas de hospitalización y 20 más para pacientes de terapia intensiva. De estas obras tampoco hay datos de la inversión.

La única información adicional con relación a las unidades móviles que se encuentra en el sitio oficial del gobierno del estado, es que se trata de instalaciones equipadas del primer nivel hospitalario, con  líneas de oxígeno independientes en cada cama, así como instalaciones eléctricas para equipos y monitores.

Cada hospital tiene estructuras alemanas certificadas internacionalmente y verificadas por el Colegio de Ingenieros de México y por Protección Civil, así como por el área de infraestructura del gobierno de Quintana Roo y la Secretaría de Salud.

También se colocaron tanques de almacenamiento de oxígeno líquido de hasta 15 mil litros, instalados por el Grupo Infra, que es de las únicas empresas que ofrece este tipo de equipos especializados.

No cumplen lineamientos y falta personal

Pero aunado a la opacidad de las unidades móviles, también se suma el hecho de que su operatividad no se ajusta a los Lineamientos de Centros de Atención COVID-19 (CAT-COVID19) y Hospitales Móviles, emitidos  por el gobierno federal a través de la Secretaría de Salud, toda vez que carecen de personal, dado que el sistema estatal enfrenta un déficit de mil sanitarios.

Es más, la sección 45 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud alertó al inicio de la pandemia que para poder enfrentar la emergencia se requería aumentar 10 por ciento la plantilla laboral, la cual actualmente es de cinco mil 785 personas en las áreas médica y paramédica.

Ante ello, cuando se detectaron los primeros casos de la pandemia, lanzaron una convocatoria para la contratación de personal, pero no tuvo eco. Desde entonces a la fecha han emitido cuatro y conforme a datos de Recursos Humanos de esa dependencia, sólo lograron contratar 150 personas para diferentes puestos hospitalarios.

El médico D.T.B. explicó que el déficit ha sido imposible de cubrir, ya que quienes aplican para las plazas son jóvenes recién egresados que no cuentan con cédula profesional, por lo tanto no son aceptados.

La crisis de falta de personal motivó incluso a lanzar las convocatorias en Campeche y Yucatán.

Por tu parte, José Antonio Daniel Beltrán, presidente del Colegio Médico de Quintana Roo, acusa que los trabajadores de salud tienen que sortear la pandemia con un déficit de personal, por lo que trabajan más de ocho horas diarias.

Conforme a los lineamientos federales para la operatividad de las unidades móviles en las zonas de primer contacto, tienen que contar con la siguiente logística: un enfermera, dos auxiliares y un médico, así como un trabajador social, para levantar los datos personales y un trabajador administrativo para iniciar el alta. También debe tener una sala de espera con un auxiliar de salud.

En este primer filtro, en las unidades médicas de Cancún sólo operan una enfermera y un auxiliar.

Cuando el paciente ingresa, por cada 10 camas debe haber dos profesionales de la salud, enfermera y auxiliar; tampoco se cumple, por carecer de personal.

Con relación al personal general por módulo de 50 camas, el lineamiento dicta: seis auxiliares de enfermería, un técnico en terapia respiratoria, un técnico en radiología, un profesional farmacéutico, un técnico en farmacia, dos técnicos de laboratorio clínico, un personal de trabajo social, seis de limpieza y desinfección, así como un encargado de almacén.

Estas condicionantes establecidas en el esquema operativo tampoco se cumplen, porque el personal es limitado, indicó D.S.T. enfermera del turno de la tarde del hospital.

En sí, de acuerdo con los trabajadores y el Colegio de Médicos de Quintana Roo, el déficit de enfermeros ha imposibilitado que las unidades móviles operan al 100 por ciento.

500 millones de pesos 

Es el único dato que en la web del gobierno estatal aportan sobre los recursos, como inversión global para la atención de la emergencia sanitaria.

Por Jazmín Ramos

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