El turismo rural se enfila como uno de los segmentos que, derivado de la emergencia sanitaria por la COVID-19, crecerá, ya que el esquema de grandes masas implica mayor riesgo de contagio; Vicente Ferreyra, director de Sustentur e impulsor de las prácticas socialmente responsables en materia de paseos, explicó que actualmente dos de cada 10 personas están interesadas en ir a una comunidad en lugar de un hotel de lujo, lo cual prevé que va a aumentar cuando empiece a llegar el grueso de paseantes, mientras tanto, los pueblos están alistando sus protocolos sanitarios.
Con las medidas de prevención para evitar la propagación del coronavirus, la recomendación es no estar en sitios cerrados, donde haya más de 50 personas o no sea posible conservar la Sana Distancia de metro y medio entre una persona y otra, de ahí que las opiniones de los actores del sector turístico sean que no es el mejor momento del turismo masivo.
Vicente Ferreyra está confiado en el interés de los turistas por visitar sitios menos congestionados va a aumentar, y las comunidades que están descubriendo los beneficios que puede dejarles el segmento y las que ya están en una etapa madura de la actividad, van a beneficiarse.
“La mayoría de las encuestas dicen que hay una mayor prospección hacia ese tipo de destinos, por otro lado las comunidades están en un proceso de adecuación de estándares y adecuación de políticas (en materia de sanidad)”, comentó.
En la Península de Yucatán, 35 o 40 comunidades empujando para estar en el gusto de los turistas, dijo, aunque hay otras que por su tamaño y número de visitantes no están en la lista de las más buscadas, sin embargo, no está descartado que se sumen.
“En la Península están las comunidades más preparadas; hay una buena oferta que además conservan el medio ambiente y crean beneficio social, por eso la recomendación es que sean visitadas con las condiciones de sanidad que ellos nos hayan implementado”, sugirió.
Se calcula que la llegada de visitantes a proyectos comunitarios en toda la Península es de entre 120 o 150 mil personas, que comparado a pesar de que no puede compararse con el “monstruo masivo” si generan derrama económica directa que se queda en los pueblos.