Por Justino Xiu Chan
NARANJAL PONIENTE, 14 de junio.- El escurrimiento de agua proveniente de otros estados del sureste del país, durante el paso de los fenómenos naturales “Amanda” y “Cristóbal”, genera afectación en caminos estatales y mantiene incomunicada vía terrestre la localidad de Naranjal Poniente, lo que genera desabasto de productos de primera necesidad en las tiendas del pueblo; al menos 735 personas que radican en esta localidad indígena están afectados.
El subdelegado de la comunidad, Saulo Che, mencionó que la comunidad se encuentra aislada del resto del municipio debido a que el cruce de agua en las carreteras que comunican con el pueblo no permite el paso de vehículos.
Refirió que en el camino hacia Laguna Kaná, Santa María Poniente, se encuentran casi un metro sobre la carretera, pero además el agua lleva fuerte una corriente, que la vuelve aún más peligrosa, con el riesgo de que arrastre los vehículos que pudieran aventurarse a cruzar hacia el otro lado.
Salen en busca de despensa
Refirió que en el tramo Naranjal – Entronque con carretera federal Vía Corta Chetumal – Mérida, a pesar de que el espejo de agua es de más de 400 metros, con más de un metro de altura sobre el pavimento, se mantiene estancada. En este tramo, las personas aprovechan a salir para acudir a otras localidades cercanas para hacer sus despensas, pues ya empezaron a padecer el desabasto de mercancías de primera necesidad.
Señaló que “los propietarios de las cinco tiendas que hay en el pueblo no se pueden resurtir, ya que los proveedores no han ingresado al pueblo por la creciente del agua que cruza sobre los caminos”.
Dijo que ellos hacen su esfuerzo para cruzar los tramos con agua para adquirir los productos y llevarlo a sus negocios, con el riesgo de perder la mercancía, ya sea que se moje o que se la lleve el agua.
Destacó que el desabasto de productos de primera necesidad puede afectar a 735 personas que radican en la comunidad.
Comentó que “varias organizaciones se han sumado para ayudar a la gente del pueblo, desde maestros y particulares, mientras que las autoridades sólo han llegado al pueblo una a dos veces, y es necesario que se hagan cargo de estas necesidades que vive el pueblo.