Reinician misas en la Catedral

De la Redacción

Este domingo los feligreses católicos pudieron escuchar misa presencial en la Santísima Trinidad de Cancún y otros templos de esta religión, luego de tres meses de que los actos en los templos quedaron suspendidos como una medida de evitar la propagación del coronavirus, ya que las concentraciones de personas facilitan el contagio.

Fueron alrededor de 60 personas, todas con cubrebocas, las que acudieron a la homilía de este domingo, oficiada por el Obispo de la Diócesis Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas; en cada banca de la iglesia se sentaron de dos a cuatro personas, cada una en los extremos del asiento, además de que el acceso a la mitad de los lugares estuvo suspendido.

“Tenemos un 30 por ciento de aforo. Estamos siguiendo fielmente el semáforo naranja, como se puede observar en el recinto, haciendo Sana Distancia, sanitización y el cubrebocas”, dijo el líder católico.

El cálculo es que abrieron siete de cada 10 iglesias ubicadas en las zonas marcadas con semáforo naranja, el cual permite las misas, pues en algunos templos los sacerdotes responsables no han podido sanitizar el lugar para hacerlo más seguro para los asistentes.

La reapertura de las iglesias católicas fue gradual durante la semana pasada, comentó el obispo, así como la asistencia de los feligreses; mencionó que una de las ventajas de varios templos es que no tienen paredes y las personas pueden permanecer en el patio, donde es posible escuchar la Palabra de Dios.

Cómo una medida para que las personas de la tercera edad y las que estén dentro de los grupos de riesgo no se expongan a salir a la calle, van a mantener vigentes las transmisiones en línea de las misas, para que desde sus hogares les den seguimiento.

Un protocolo establecido por la misma Iglesia, es que las personas son acomodadas en las bancas conforme van llegando, sin privilegios y sin la opción de “reservar” algún asiento en especial; además han aumentado el número de misas para que los católicos tengan más opciones de presenciar la homilía sin aglomeraciones.